Una de las mayores preocupaciones en la actualidad es el impacto que tienen las redes sociales en todos los aspectos de la vida de los adolescentes. Se cree que la tecnología ha invadido las horas de descanso por esa necesidad de estar conectados todo el tiempo, ocasionando que los estudiantes lleguen cansados y estresados a la escuela. Para comprobar esto se han realizado varios estudios. Por ejemplo, un grupo de investigadores examino la rutina de dos grupos de niños de 12 a 13 años, y de 14 a 15 años.
Durante cuatro años se realizaron encuestas a 480 estudiantes del Reino Unido. Tenían que responder a preguntas como a qué hora se iban a dormir todas las noches, la disciplina en los tiempos para acostarse y levantarse, su uso de las redes sociales, sus niveles de energía en la escuela, su bienestar subjetivo, entre otras preguntas similares.
Encontraron que aunque la mayoría de los adolescentes duermen una cantidad razonable de horas, una proporción significativa llegan a la escuela cansados, teniendo consecuencias negativas en su bienestar. Según los resultados, una quinta parte de los adolescentes examinados, se despertaba regularmente durante la noche para revisar sus redes sociales.
El género jugo un papel importante, especialmente en la cohorte más joven. El 26.4 por ciento de las niñas reportaron despertar regularmente para revisar sus dispositivos, en comparación con 16.5 por ciento de los niños. Los usuarios nocturnos de las redes sociales fueron tres veces más propensos a decir que se sentían cansados constantemente en la escuela, al igual que los adolescentes que no eran disciplinados en su hora de despertar. Los adolescentes cansados reportaron ser menos felices que sus compañeros mejor descansados.
Un estudio de la Universidad de Glasgow, después de analizar la información de 467 adolescentes entre los 11 a los 17 años, encontró que el uso de las redes sociales en cualquier momento estaba relacionado con la disminución en la calidad del sueño, una menor autoestima, aumento de la ansiedad y de la depresión. Cuando se trata de la calidad del sueño, los adolescentes que se conectaban por la noche fueron los más afectados.
Otro estudio de la Universidad de Pittsburgh encontró que los adultos jóvenes que más utilizan las redes sociales son significativamente más propensos a experimentar alteraciones en su sueño. Se midió la frecuencia y el volumen de uso (la cantidad de tiempo dedicado diariamente) de las redes sociales en un grupo de 1,788 adultos entre los 19 y los 32 años. Después se recabo información sobre sus hábitos de sueño.
Los resultados mostraron una fuerte correlación entre el uso de las redes sociales y la interrupción del sueño. Los participantes que más las utilizaban tenían una probabilidad significativamente mayor de presentar trastornos de sueño, casi el doble de riesgo. Lo que no se estudio es si las redes sociales contribuyen directa o indirectamente a los problemas del sueño. ¿Las personas que no pueden dormir utilizan las redes sociales para entretenerse? O ¿las personas no duermen por estar en las redes sociales?
Mientras obtenemos respuesta a esas interrogantes, es importante establecer límites en el tiempo de uso de las redes sociales y también ayudar a los adolescentes a aprender a hacerlo. Con un acceso tan fácil e ilimitado, puede parecer difícil, pero no es imposible. Por ejemplo, carga tus dispositivos móviles fuera de tu habitación, deja de utilizarlos por lo menos una hora antes de acostarte, si te despiertas en la noche no los revises.
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