Muchos humanos de descendencia no africana, presentan genes que les ayudan a protegerlos de ciertos patógenos, pero según dos investigaciones recientes, uno realizado en el Instituto Pasteur y en el CNRS en París, Francia, y el otro del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, estos mismos genes provocan que sean más proclives a presentar alergias. Y al parecer estos genes son herencia de los Neandertales.
Hace miles de años, en Europa y Asia vivían nuestros primos ahora extintos, los Neandertales y los Denisovanos. Estas especies vivieron en estos territorios por un tiempo tan prolongado, que se adaptaron perfectamente a las condiciones locales, como los patógenos, los alimentos que estaban disponibles y el clima. Cuando los Homo Sapiens llegaron a estar áreas geográficas, no estaban bien adaptados y se vieron en desventaja. Pero cuando empezaron a cohabitar con los Neandertales, recogieron parte de estos genes ventajosos.
En el primer estudio, se encontró que el genoma humano moderno cuenta con 1,500 genes relacionados con la respuesta inmunitaria innata de los humanos, y a partir de eso determinaron que los genes relacionados con nuestro sistema defensivo se ven sometidos a una mayor presión selectiva que el resto. Descubrieron que específicamente los genes encargados de la respuesta al ataque de bacterias mediante receptores en las paredes de las células, tienen un mayor peso de herencia neandertal comparados con otros genes.
Se cree que la mayor parte de las adaptaciones inmunológicas, se produjeron hace 13,000 y 6.000 años, cuando los humanos abandonaron su estilo de vida de cazadores y recolectores nómadas, para empezar a vivir sedentariamente adoptando la agricultura y la ganadería.
En el segundo estudio, los investigadores se pusieron a buscar ADN perteneciente a los Neandertales y Denisovanos en el genoma humano moderno. Encontraron que el cromosoma humano número cuatro, contiene un tramo de ADN arcaico, con 140,000 bases de longitud. Los genomas de muchos seres humanos no africanos tienen esta secuencia, que incluye un grupo de genes que codifican para los receptores TLR, un tipo de proteína inmune que detecta patógenos. Y resulta que las personas que presentan las variantes arcaicas de ese gen, tienen cargas microbianas más bajas.
Pero como en todo, siempre hay un lado contraproducente. Al tener un sistema inmune más desarollado, las alergias se vuelven más comunes. Al ser más resistentes a diferentes tipos de agentes patógenos, nuestro cuerpo se vuelve “súper vigilante”, y reacciona mucho más cuando se presenta un no patógeno alérgico.
Vía | Scientific American
Imágenes | Jacob Enos | Jacob Enos | William Brawley |
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