Cuando a uno le duele el estómago o comienza a tener náuseas, vómito y diarrea, es muy común que solamos pensar que es una enfermedad asociada a una infección estomacal, pero en algunos casos esto puede llegar a ser más inmediato y peligroso como una intoxicación por alimentos.
Dado que los síntomas son similares, es común que se confundan, es por eso, que aquí te daremos una pequeña guía para que puedas identificar qué es lo que te está sucediendo y cómo reaccionar ante cualquiera de estas dos situaciones.
¿Qué es y cuáles son los síntomas?
Enfermedad gastrointestinal
Una afección causada por algún virus que ataque el estómago o el sistema digestivo se llama enfermedad gastrointestinal, los virus más comunes que llegan a causar este tipo de enfermedades son el rotavirus y el norovirus..
Los virus estomacales son muy contagiosos y tienden a propagarse fácilmente, una persona infectada con el virus puede contagiar desde el momento en que comienzan a sentirse mal hasta después de unos días de haberse recuperado.
Los virus estomacales pueden propagarse de varias maneras diferentes, por ejemplo:
- Comiendo alimentos o bebiendo líquidos contaminados con el virus.
- Teniendo contacto directo con un infectado o de manera indirecta mediante una superficie infectada.
Los síntomas de una enfermedad gastrointestinal pueden ser:
- Diarrea que puede ser acuosa
- Pérdida del apetito
- Náusea o vómitos
- Calambres estomacales, dolores musculares o debilidad
- Fiebre baja
- Dolores de cabeza
- Aturdimiento o mareo
Intoxicación alimentaria
Por otro lado, la contaminación cruzada suele ser la causa de la intoxicación alimentaria, en esta, los organismos nocivos se transfieren de una superficie a otra debido al mal manejo de estos y el poco cuidado en la higiene alimentaria; los alimentos crudos y que no necesitan preparación, como las ensaladas, o el sushi tienen un mayor riesgo de contaminación.
Las bacterias pueden crecer rápidamente cuando ciertos alimentos, incluyendo carnes, productos lácteos y salsas, no se mantienen a la temperatura adecuada.
Las bacterias y otros organismos nocivos producen sustancias venenosas que pueden causar inflamación de los intestinos cuando se comen; la Salmonella y el E. coli son los dos tipos más comunes de bacterias relacionadas con una intoxicación alimentaria.
Comúnmente los síntomas de una intoxicación alimentaria ocurren a las pocas horas de haber ingerido alimentos en mal estado o contaminados y estos son:
- Diarrea acuosa o con sangre
- Náusea
- Vómitos
- Dolor de estómago y cólicos
- Fiebre, escalofríos y dolores corporales
- Mareos y aturdimiento debido a la deshidratación
Diferencia
Como habrás notado las similitudes en cuanto a estas dos afecciones del sistema gastrointestinal son muchas la principal diferencia recae en que origina el trastorno si este fue causado por un alimento contaminado con microorganismos, se habla de infección; pero, si este fue ocasionado por toxinas producidas por los gérmenes en algún alimento, lo que tenemos es una intoxicación alimentaria.
¿Qué hacer en cada caso?
Los tratamientos para cualquier caso de afecciones al sistema gastrointestinal, dependen de cuál sea la causa, es por eso que lo más recomendable es asistir a un médico para que este pueda diagnosticarnos de manera adecuada.
Las enfermedades virales por lo general se tratan con reposo, mucho consumo de agua y electrolitos para contrarrestar la deshidratación ocasionada por la enfermedad y medicamentos para la fiebre que no necesitan receta.
En cambio, sí estamos hablando de una intoxicación como lo puede ser la Salmonella o algún otro parásito estomacal, será necesario tomar antibióticos o antiparasitarios recetados por un médico especializado.
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Existen algunas medidas que puedes seguir fácilmente en casa y que te ayudarán en caso de alguna de estas afecciones:
- Dejar que el estómago se asiente.
- No comer alimentos sólidos que puedan ocasionarte un recargo de estómago.
- Mantenerse hidratado, evitando bebidas azucaradas y endulcorantes.
- Comer alimentos blandos y ligeros para el estómago.
- Evitar lácteos, cafeína, alcohol, azúcar y alimentos grasos o muy condimentados.
Para prevenir este tipo de afecciones el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) nos da las siguientes recomendaciones:
- El agua para beber siempre debe estar hervida o embotellada.
- Siempre lavar las frutas y las verduras.
- Evitar comer la carne cruda.
- Lavarte las manos para preparar cualquier alimento.
- Mantener siempre limpia tu cocina y más a la hora de preparar los alimentos.
- Ofrecer a tu familia una dieta balanceada para evitar una mala nutrición.
- Revisar la fecha de caducidad de los enlatados y envasados.
- Evitar consumir alimentos en puestos ambulantes.
- Enseñarle a tus hijos a lavarse muy bien las manos con agua y jabón antes de comer y después de ir al baño.
- Alimentar a tu bebé con leche materna, pues ayuda a que el organismo de las niñas y niños desarrolle defensas y pueda resistir enfermedades.
Fotos | Pexels |
Fuentes | IMSS | Medical News Today | HealthLine |