El consumo de bebidas azucaradas es una de las causas del sobrepeso y obesidad. Las calorías vacías de estas bebidas suman un numero importante en la ingesta calórica total de algunas personas. Para muchos, imaginar una comida sin refresco, simplemente no es comida, o para muchos otros, la primera opción para saciar su sed es este tipo de brebaje. De acuerdo a un estudio publicado por The American Journal of Public Health, al agregarle un impuesto a las bebidas azucaradas, provocó una disminución en su consumo
Estados Unidos tomo esta medida a partir del 2014, en los primeros 4 meses, el consumo se redujo a 21 %, solo en Berkeley, que fue una muestra del estudio. De acuerdo a encuestas de consumo, los habitantes de esta ciudad aumentaron su consumo de agua en reemplazo de bebidas azucaradas.
Como recordarás, también México tomo esta medida, al poner un impuesto al refresco, las ventas cayeron en un 17 %. México ocupa el primer lugar en el consumo de refresco, con un promedio de 163.3 litros por persona al año.
Las personas con bajos recursos económicos, de acuerdo a cifras, son los principales consumidores de refresco, y al subir el precio, poco a poco se perdió el hábito.
Las bebidas con azucares añadidos, llámense, jugos procesados, bebidas deportivas, refrescos y tés helados, han sido relacionados con obesidad, diabetes y caries dental. Al subir el precio de estas bebidas puede ayudar a evitar estos problemas.
De acuerdo al estudio, al ser Berkeley la primera ciudad al ser aplicado el impuesto, los beneficios a la salud pública son solo teóricos. Sin embargo, se pueden hacer predicciones. Además hay un punto muy importante, sea cual sea el precio del artículo en cuestión, la gente encontrará el medio para seguir consumiendo. Según el estudio, los habitantes de Berkeley, han salido de la ciudad para evitar el impuesto.
Los hábitos de alimentación y la conciencia sobre la dieta, son factores determinantes para mantener la salud. Con el aumento de precio, poco a poco, las personas se han percatado, de los daños a la salud que representa un consumo excesivo.
En conclusión, lo mas importante es tomar las mejores decisiones, hay alimentos capricho que no valen la pena consumirlos frecuentemente. En el caso del refresco, hay mejores opciones, como agua fresca con infusiones herbales y rodajas de fruta, o agua mineral con limón y un toque de sal, que evidentemente son muy accesibles y saludables.
Vía | NYTimes
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