No es novedad que el mundo cada vez presenta más índices de sobrepeso y obesidad; un tercio de todos los adultos del planeta presenta sobrepeso u obesidad. Pero un reporte observó que el problema crece con mayor rapidez en los países en vías de desarrollo. Se estima que en los últimos 30 años, el número de personas con sobrepeso y obesidad en estos países se ha triplicado.
Esto en comparación con los países del primer mundo, que presentaron un incremento del 1.7 en tasas de sobrepeso y obesidad durante el mismo período. Se cree que una de las principales causas es que a medida que los países de una economía pobre a una de ingresos medios, encaminados a ingresos altos, las personas ganan más dinero y lo gastan en alimentos que consideran aspiracionales, generalmente compuestos por alimentos de origen animal, grasa y azúcar.
Además la globalización ha hecho posible que la comida chatarra llegue a cualquier rincón del mundo. De la misma forma, la inversión extranjera ha ocasionado que empresas multinacionales inviertan en el procesamiento de alimentos en economías de ingresos medios. Ocasionando que la población tenga a su disposición una mayor cantidad de alimentos, a un costo muy accesible. Sin embargo existe preocupación sobre la composición de los alimentos.
Analicemos los datos obtenidos en el reporte, referente a México. Desde el 2009, ha existido un incremento de más del 35% en el consumo de proteína. Entre 1961 y 2009, el consumo de azúcar y de alimentos azucaradas creció un 20% por persona, siendo más evidente en América del Norte, es decir Canadá, Estados Unidos y México. De hecho nos encontramos entre los 12 países que más azúcar consumidos. La lista la conforman Malta, EE.UU., Trinidad y Tobago, Países Bajos, Antillas, Barbados, Bélgica, Suiza, Nueva Zelanda, Costa Rica, Dinamarca, Luxemburgo y México.
Este rápido incremento en las cifras de obesidad, plantea enormes desafíos para los sistemas de salud, especialmente en aquellos países en los que los sistemas de salud no tienen suficiente presupuesto y su carga de trabajo los sobrepasa.
Una de las propuestas para revertir esta tendencia mundial es realizar cambios en la dieta de las personas, desarrollando campañas de salud pública para fomentar en la población el consumo de más verduras y frutas, en lugar de comida chatarra. El problema que observan los analistas, es que en estos países donde los habitantes por fin tienen dinero disponible para comer libremente, los gobiernos no se sienten con el poder de decirles que deben o no comer.
Imágenes | Emilio Labrador | Alejandro Sierra | juantiagues |
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