Es uno de los productos más utilizados en los bebés, aunque muchos adultos también lo utilizan, especialmente las mujeres. Pero al parecer este polvo blanco no se debe de utilizar en exceso. Hace un par de días, un jurado de Missouri otorgó $72 millones de dólares a la familia de una mujer que murió de cáncer de ovario, causado supuestamente por el uso de talco para bebés de Johnson & Johnson. Este fue el primer caso, entre más de 1,000 a nivel nacional, donde el jurado decidió dar una recompensa monetaria a la familia, y probablemente no sea el último.
El talco es un mineral natural más suave, extraído de la tierra y compuesto de magnesio, silicio, oxígeno e hidrógeno. Es ampliamente utilizado en productos cosméticos y de cuidado personal para absorber la humedad, evitar el apelmazamiento y mejorar la sensación de los productos. Se estima que el 40% de las mujeres utilizan talco regularmente, aumento el riesgo de cáncer de ovario en un 25% cuando es aplicado en el área genital.
Se cree que las diminutas partículas de talco pueden viajar a través del tracto genital y causar inflamación crónica, permitiendo que las células cancerosas se desarrollen en los ovarios. También se sabe que las partículas pueden durar varios años en el interior del cuerpo. Se estima que una partícula de talco en los pulmones tomaría ocho años para disolverse.
El talco para bebés de Johnson & Johnson comenzó a venderse hace más de 100 años, poco después de la fundación de la compañía. Entre sus primeros productos estuvieron unos parches adhesivos que contenían analgésicos como granos de mostaza, pimiento, quinina y opio. Los clientes se quejaban de que al retirar el adhesivo, la piel quedaba irritada. Así que el director científico de Johnson & Johnson les envió pequeños contenedores de talco para ayudar a calmar la irritación. Algunos empezaron a utilizarlo para aliviar la dermatitis del pañal. En 1893 la compañía introdujo el polvo para bebé, hecho de un 99.8 por ciento de talco y un 0.2 por ciento de una mezcla de aceites aromáticos.
En 1971, los investigadores británicos analizaron 13 tumores de ovario y encontraron partículas de talco profundamente arraigadas en 10 de ellos, convirtiéndose en el primer estudio que planteo la posibilidad de que el talco podría ser un producto riesgoso. En 1985, Johnson & Johnson le dijo a la revista del New York Times que el 70 por ciento del talco para bebés, era utilizado por adultos. En el año 2014, el talco para bebés represento ventas de $374 millones de dólares para la compañía.
En una nota de la compañía de 1992, se hablaba sobre las "grandes oportunidades y los grandes obstáculos" que presentaba el talco para bebés. Los ejecutivos reconocían que existía publicidad negativa por parte de las comunidades médicas en relación con la seguridad del talco, como inhalación, polvo y vinculación con el cáncer. En el mismo memo se hablaba de enfocar su atención en las comunidades afro-americanas e hispanas, ya que una alta proporción de mujeres de estas comunidades eran usuarias del talco.
Seguramente escucharemos más sobre el tema en los próximos meses. Sin embargo es importante recalcar que tanto Johnson & Johnson, como otras compañías, venden polvo para bebé hecho con almidón de maíz (maicena). Hasta el momento ningún estudio ha demostrado que el almidón de maíz presente riesgos potenciales, inclusive la Sociedad Americana del Cáncer ha estado sugiriendo, desde 1999, que las mujeres que comúnmente utilizan talco en el área genital, consideren utilizar productos con almidón de maíz.
Tampoco es la primera vez que la compañía retira ingredientes de sus productos. Desde mayo de 2009, la coalición llamada Campaña por Cosméticos Seguros empezó a hacer presión a Johnson & Johnson para que eliminara varios ingredientes de sus productos de cuidado personal para bebés y adultos. Después de tres años de peticiones, la publicidad negativa y una amenaza de boicot, la compañía acordó eliminar los ingredientes 1,4-dioxano y formaldehído, ambos considerados probables carcinógenos humanos, de todos sus productos para el año 2015.
El cáncer de ovario es poco frecuente, así que el uso de talco sólo aumenta por un tercio el riesgo de desarrollarlo. Existen riesgos más fuertes para el cáncer de ovario, como anomalías genéticas, terapia de reemplazo hormonal y el sobrepeso. Pero mientras se realizan más investigaciones, lo mejor es evitar su uso y utilizar una toalla para secar las áreas húmedas. Lo que sí es seguro es que la popularidad de talco está disminuyendo y se verá afectada todavía más por las demandas.
Vía | Bloomberg
Imágenes | Austin Kirk | Jesse Palmer | Don O'Brien | Austin Kirk |
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