Una de las notas que he visto más seguido en los últimos días, ha sido la novedad de que la FDA aprobó el primer salmón modificado genéticamente para consumo humano. ¿Esto qué significa?
Desde 1989, los investigadores ya sabían los ajustes genéticos que se le tenía que hacer al salmón para que tuviera más carne comestible. Utilizaron el genoma del salmón del Atlántico, una especie que actualmente se cultiva casi exclusivamente en granjas, ya que casi esta extinta en la naturaleza.
A este genoma, los científicos le añadieron el gen de la hormona de crecimiento del salmón Chinook, también conocido como salmón rey, que es la especie de salmón más grande. Para que este gen pudiera actuar, utilizaron un gen del abadejo, un pez tipo anguila que crece y sobrevive en aguas con temperaturas súper bajas. Los científicos sabían que la hormona de crecimiento de los salmones se “apaga” durante los meses de más frío, así que era necesario añadir el gen del abadejo para que el salmón nunca dejara de crecer.
Este nuevo tipo de salmón se conoce técnicamente como salmón AquAdvantage, y pertenece a la compañía AquaBounty. Tomo casi 30 años su aprobación por la FDA, primero porque no existía una regulación para animales genéticamente modificados, y segundo porque no se sabían los efectos que este tipo de alteraciones pudieran producir en los humanos, por ejemplo alergias o cáncer.
Además existieron muchas preocupaciones del tipo ambiental. Por ejemplo, ¿Qué pasaría si este pez enorme empezara a competir por alimento con las especies normales? ¿Qué pasaría si este pez modificado se mezclara con el salmón salvaje? Como la especialidad de la FDA no es el medio ambiente, contrataron a especialistas en este tema.
Los ambientalistas encontraron que los peces genéticamente modificados estaban más estresados que los salmones naturales. La principal razón la atribuyen a que tienen que poner toda su energía en el crecimiento. Sin embargo, si podría existir la posibilidad de que la especie modificada consuma mucho más alimento que los salmones normales, dejando a los últimos sin que comer.
En cuanto a que se mezcle con las especies naturales, la cosa se complica un poco. Las modificaciones genéticas de los salmones AquAdvantage, los hacen estériles, además de que todos estos salmones son hembras. Fueron creados como animales triploides, es decir que tienen tres juegos cromosómicos en lugar de dos. Los cromosomas triploides, no pueden replicarse como las células normales, y en caso de que tuvieran bebés, lo más seguro es que morirían.
Así que como parte de la aprobación de la FDA, el salmón AquAdvantage tiene que estar completamente aislado de las demás especies. El único lugar en el que se tiene permitido cultivar a estos peces, es en tanques de agua sobre la tierra, en las montañas de Panamá. En caso de que alguno de ellos se escapara, tendría que encontrar un río, llegar al océano y nadar hasta el Atlántico Norte o Pacífico Norte, ya que las aguas del Ecuador son demasiado cálidas.
Para que la FDA haya aprobado el consumo humano de este pescado, probablemente paso por varias certificaciones sanitarias y de calidad. No se ha ustedes, pero a mí me da un poco de cosa comer un especie de pescado que pertenece a una compañía.
Más información | El Economista
Imágenes | Andrea Pokrzywinski | Julia Manzerova | Gwen | Melissa Doroquez |
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