Sabemos que cuando estamos en un restaurante, muchas veces los meseros nos recomiendan los platillos más caros de la carta. Habrá algunos que no se dejen engañar, pero me llamo la atención los resultados de un estudio reciente, según el cual nuestro consumo depende del mesero, y no exactamente por sus recomendaciones, si no por su peso.
En el estudio participaron 497 comensales en 60 restaurantes diferentes, y se demostró que los comensales que fueron atendidos por meseros con sobrepeso, fueron cuatro veces más propensos a pedir postre, y ordenaron un 17% más de alcohol. Algo sorprendente es que después de cotejar la orden de cada cliente y su índice de masa corporal, con el índice de masa corporal de su mesero, los investigadores encontraron que los meseros con sobrepeso tienen mayor influencia en los comensales más delgados.
Los investigadores no saben con exactitud qué es lo que desencadena este comportamiento, pero suponen que se debe a un efecto de liberación. Cuando un comensal es atendido por un mesero con sobrepeso, se siente más libre, y menos juzgado, de ordenar un alimento no tan saludable.
Cuando estamos en un restaurante estamos expuestos a un montón de señales que pueden hacer que comamos más de lo que realmente queremos. Además del peso del mesero, la iluminación, la música, y hasta donde nos sentamos puede influir en lo que pides. Muchas veces no podemos cambiar el peso del mesero o la música de un restaurante, pero puedes tener tu regla personal. Antes de entrar a un restaurante, ten claro que es lo que quieres comer.
Imagen | Connie Ma
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