Existen múltiples causas por las que se acortan las horas de sueño, entre ellas se encuentra el estrés, trabajo, exceso de cafeína, Netflix, dispositivos electrónicos, etcétera. La falta de sueño no solo afecta el rendimiento físico y mental al día siguiente, sino también puede afectar el peso corporal.
Hay una creciente evidencia que conecta la corta duración de sueño (menos de 7-8 horas) con un Índice de Masa Corporal en adultos y niños. Si cortamos nuestro sueño 30 minutos por día puede conducir al aumento de peso.
Investigadores de la Sociedad de Endocrinología en Estados Unidos, estudiaron a 522 participantes con un diagnóstico reciente de Diabetes tipo 2 durante 1 año. Se les pidió que hicieran un registro de sueño diariamente. Después del año, los investigadores encontraron que por cada 30 minutos de sueño perdido, el riesgo de obesidad y resistencia a la insulina se incremento significativamente en un 17% y 39% respectivamente.
En otro estudio, los participantes que no dormían lo suficiente, afectaban sus decisiones alimentarias y sus patrones de comida. Con la restricción del sueño, se suele ingerir mas alimento al día siguiente y por lo regular son opciones altas en grasa y carbohidratos simples, además de desayunar pequeñas porciones y cenar abundantemente.
En promedio, de acuerdo a un estudio realizado por American Journal of Clinical Nutrition, se consumen 300 calorías más por día en personas que tienen privación del sueño. La explicación a este fenómeno, se debe al desbalance hormonal provocado por la falta de sueño, la cual tienen impacto en las dos hormonas que regulan el apetito y saciedad, grelina y leptina (serían bonitos nombres para cuando tenga mascotas).
La grelina envía señales al cerebro de que es tiempo de comer. Entre menos durmamos, más grelina producirá nuestro organismo. La leptina, por el contrario, envía señales de que estamos satisfechos. La carencia de sueño disminuye la producción de esta hormona desensibilizando al cuerpo de la señal de saciedad.
Y una hormona más esta involucrada: el cortisol, mejor conocida como la hormona del estrés que envía señales al cuerpo de conservar energía, en pocas palabras, almacenar grasa y con la falta de sueño, el cortisol se eleva.
Vía | Science Daily | Hello Healthy | American Journal of Clinical Nutrition
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