Los estudios con cifras, porcentajes y números, siempre se me han hecho los más impactantes. Estaba leyendo un artículo muy interesante que habla sobre los costos de las dietas poco saludables a nivel mundial, y quede tan impactada que sabía que tenía que compartir la información.
Una encuesta realizada en Estados Unidos, Brasil, China, Países Bajos, Egipto y la India, por Consumers International, encontró que muy pocas personas entienden la magnitud de la crisis en salud relacionada con la comida. Solamente el 18 por ciento de las personas está consciente que la alimentación no saludable contribuye a más muertes que la guerra, el tabaquismo, el consumo de alcohol o la malaria. Sin embargo, el 71% de los encuestados afirmo que para ellos es muy importante comer saludablemente.
Según datos de esta organización, la alimentación poco saludable es la responsable de 11 millones de muertes al año, cifra que está por arriba de otras enfermedades no transmisibles y prevenibles, como el tabaquismo, enfermedades del corazón y el cáncer. Además, desde 1980, la prevalencia de la obesidad en todo el mundo casi se ha duplicado, y la incidencia de diabetes tipo 2 se ha disparado.
Esta semana empezó la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra, y dentro de los temas a tratar se espera que se hagan modificaciones contundentes en el tema de la alimentación no saludable. Para hacer su punto más interesante, la Consumers International, lanzó un contador en línea a las 9:30 de la mañana (hora europea) este lunes 18 de mayo, para mostrar el número de muertes relacionas con los alimentos chatarra y el costo global de la obesidad, desde que empezó la Asamblea.
El costo de la obesidad
La obesidad le cuesta a la economía mundial 2 mil millones de dólares al año. Según estadísticas, el tabaquismo le cuesta a la economía global 2.1 mil millones de dólares; la misma cantidad que las guerras, la violencia armada y el terrorismo le cuestan a la economía global. Después de la obesidad, el alcoholismo le cuesta a la economía global 1.4 trillones de dólares.
En la actualidad, el 30% de la población global sufre de sobrepeso u obesidad, y necesita ser tratada por diferentes sectores económicos. Si sigue la misma tendencia, se espera que en el 2030, este número incremente al 41% de la población. Se sabe que para luchar contra la obesidad, se necesita invertir dinero y que debe de ser un esfuerzo sistemático.
Tomando como ejemplo al Reino Unido, se ha visto que para reducir los niveles de obesidad de deben de tomar medidas en diferentes áreas como: reducir el tamaño de las porciones, reducir la disponibilidad de alimentos ricos en calorías, hacer campañas de salud pública, tener opciones de transporte saludable, hacer cambios en el ambiente urbano, cambiar el etiquetado de los alimentos, invertir en programas de control de peso, entre muchos otros.
La obesidad es una situación compleja
Lo interesante de este artículo, es que se sabe que la obesidad no puede ser atacada por un solo frente ya que se trata de una enfermedad compleja. La vida moderna hace que muchas personas no tengamos tantas exigencias físicas y seamos menos activos, muchas veces la tecnología reemplaza la necesidad del trabajo físico.
Se ha demostrado que la urbanización masiva está mejorando los ingresos, pero reduce los estilos de vida con esfuerzo físico. Ahora tenemos mucho dinero para comprar comida, pero pocas opciones para realizar actividad física. Se sabe que los seres humanos también tienen una relación psicológica con los alimentos, que va más allá de la necesidad de sustento básico. Muchas personas utilizan la comida como recompensa o para aliviar el estrés. Las personas estamos muy influenciadas por las normas sociales en cuantos a nuestros hábitos alimenticios y nuestra actitud hacia el peso.
Más información | Consumers international
Imágenes | Omid Tavallai | Richard Rutter | 401(K) 2012 | CHRISTOPHER DOMBRES |
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