En nuestra sociedad no se habla mucho sobre los abortos espontáneos y los embarazos ectópicos, y por eso muchas veces las mujeres que pasan por estas experiencias no reciben el apoyo adecuado. Muchas otras veces las experiencias son minimizadas por las propias mujeres y/o por las personas que las rodean.
Según los resultados de un estudio realizado en el Colegio Imperial de Londres, se estima que el 40 por ciento de estas mujeres presentan síntomas del trastorno de estrés postraumático tres meses después de la pérdida del embarazo. Los resultados sugieren que las mujeres deben ser monitoreadas para detectar síntomas, y recibir apoyo psicológico específico después de la pérdida de un embarazo.
El aborto espontáneo se define como la pérdida de un bebé antes de las 24 semanas de gestación, aunque la mayoría de los abortos ocurren antes de las 12 semanas. Los embarazos ectópicos son mucho más raros, afectando a uno de cada 90 embarazos. En estos casos el óvulo fecundado se implanta en las trompas de Falopio, donde no puede crecer, por lo que el embarazo debe ser terminado quirúrgicamente o con medicamentos.
La incidencia del trastorno de estrés postraumático es más alto entre las mujeres que sufrieron un aborto espontáneo, ya que el 45 por ciento reporto síntomas. En cambio sólo el 18 por ciento de las mujeres que sufrieron un embarazo ectópico reportaron síntomas de estrés postraumático. Los resultados también revelaron que una de cada cinco mujeres presenta síntomas de ansiedad moderada a los tres meses después de la pérdida. Una de cada 20 mujeres reporto síntomas de depresión a los tres meses.
El trastorno de estrés postraumático es causado por acontecimientos estresantes, aterradores o angustiosos, y ocasiona que las personas revivan el evento a través de pesadillas, recuerdos, pensamientos o imágenes intrusivas que aparecen en momentos no deseados. Los síntomas pueden comenzar semanas, meses o incluso años después de un evento traumático y pueden causar problemas para dormir, enojo y depresión. En el caso de las mujeres que perdieron un embarazo, también es común evitar cualquier cosa que pueda recordarles su pérdida, o a amigas y familiares que estén embarazadas.
Casi un tercio dijo que sus síntomas han impactado en su vida laboral, y en el 40 por ciento de los casos también la relación con amigos y familiares. En la mayoría de los países, no existe un protocolo de seguimiento para las mujeres que han sufrido un aborto espontáneo o un embarazo ectópico. Mucho menos un seguimiento o un apoyo psicológico.
Es cierto que no todas las mujeres que sufren un aborto involuntario o un embarazo ectópico desarrollan estrés postraumático, ansiedad o depresión. Pero es muy importante saber que muchas mujeres están en riesgo, y debe de ser una prioridad de los profesionales médicos identificar aquellas pacientes que necesitan un apoyo adicional.
Vía | Eureka Alert
Imágenes | Firesam! | Patrik Neckman | Kenzie Saunders |
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