Aunque el corazón de los hombres y de las mujeres realiza las mismas funciones fisiológicas, cuando se trata de enfermedades cardíacas, es importante conocer sus diferencias.
Diferencias cardíacas
La diferencia principal es el tamaño, los corazones y las arterias de las mujeres son más pequeñas que la de los hombres. La diferencia se debe a las hormonas sexuales; la testosterona amplia las arterias mientras que la progesterona y los estrógenos reducen el tamaño de las arterias.
Por eso se dice que las mujeres tienen mayor riesgo a presentar coágulos de sangre o bloqueos de placa arterial, y es más difícil darles un tratamiento de angioplastia o de cirugía bypass. Es posible que las arterias pequeñas, también ocasionen otros problemas vasculares como migrañas y enfermedades inflamatorias, padecimientos que son mucho más frecuentes en las mujeres.
La mayoría de los ataques al corazón, en los hombres y las mujeres, son causados por obstrucciones arteriales, sin embargo el tipo de placa y el lugar donde se forma es diferente en cada género. Las placas arteriales suelen ser más duras y calcificadas en las arterias de los hombres; la placa se deposita de forma desigual, creando lesiones que sobresalen de las paredes arteriales y forman bloqueos dentro de las arterias, los ataques al corazón en los hombres son más propensos a ser causados por la ruptura de la placa. En cambio la placa de las mujeres es más suave, se deposita uniformemente en las paredes arteriales, es más fácil que se erosione y cause un ataque cardiaco.
Cuando las mujeres son jóvenes, el corazón es “protegido” por el estrógeno, pero a medida que las mujeres envejecen, el nivel de estrógeno disminuye dejando desprotegido al corazón. Por eso la mayoría de los problemas cardiacos se presentan en las mujeres menopaúsicas. En promedio, el primer ataque al corazón en las mujeres se presenta a los 70 años de edad. En cambio, los hombres tienen mayor riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca a una edad más temprana. Los 65 años es el promedio del primer ataque cardiaco en los hombres.
Aunque la tasa de padecimiento de un ataque cardiaco es menor en las mujeres que en lo hombres, generalmente los ataques en las mujeres son fatales, con tasas de complicación más elevadas y estancias hospitalarias más largas.
Enfermedades cardíacas por género
Debido a estas diferencias, la frecuencia y el tipo de padecimiento cardiaco es diferente en hombres y mujeres. Según datos del INEGI, el infarto agudo al miocardio es la enfermedad cardiaca que más afecta a los hombres, seguida de enfermedades cerebrovasculares, hipertensión primaria, enfermedad isquémica crónica del corazón y hemorragia intraencefálica. De la misma manera, la lista de las mujeres es encabezada por enfermedades cerebrovasculares, seguida por hipertensión primaria, infarto agudo al miocardio, insuficiencia cardiaca y enfermedad isquémica crónica del corazón.
Síntomas
Es más, hasta los síntomas de un ataque al corazón son diferentes para los hombres y para las mujeres. Los síntomas en las mujeres son más sutiles y difíciles de detectar, y muchas veces no son los síntomas “habituales” de un ataque al corazón.
Los hombres presentan los siguientes síntomas: dolor en el pecho o sensación de opresión, acidez, nausea, vómito y sudoración. Los síntomas de las mujeres son nausea y cansancio extremo, dolor en el brazo y en el cuello, dificultad para respirar, sentimientos de ansiedad y pérdida de apetito.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo que comparten tanto hombres como mujeres son: la obesidad, tabaquismo, la inactividad física, consumo excesivo de alcohol, diabetes, colesterol alto, triglicéridos altos, hipertensión arterial, genética y niveles altos de proteína C-reactiva (signo de enfermedad inflamatoria). Los factores de riesgo que se asocian específicamente con las mujeres son: niveles de testosterona relativamente altos antes de la menopausia, un aumento en la presión arterial durante la menopausia, enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, estrés y depresión.
Como en todas las enfermedades, para reducir el riesgo, primero debes de conocer los factores de riesgo y los síntomas de las enfermedades cardiacas. Después debes de modificar tu estilo de vida para reducir estos factores. Es importante que las mujeres, sobretodo en la menopausia, cuenten con un plan para un corazón sano que incluya ejercicio, una dieta mediterránea baja en sodio y revisiones anuales para observar niveles de colesterol en la sangre, presión arterial, peso y nivel de glucosa en sangre.
Tanto para hombres como para mujeres, es importante conocer la historia familiar de enfermedades cardiacas. No puedes cambiar tus genes, pero sí puedes cambiar la forma en la que te proteges.
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