¿Te ha pasado que en momentos de cansancio, enojo, tristeza, soledad o una mezcla de todos te empujan a correr al refrigerador o a la despensa sin tener la necesidad de comer?... ¿De qué tienes hambre realmente? El hambre emocional y el hambre física no son lo mismo.
La respuesta es, que no estamos prestando atención a la razón por la que estamos comiendo. Ese dulce, chocolate, botana o cualquier otro alimento que consideres sea el calmante de tu ansiedad, aburrimeinto o soledad se convierte en comida confort, cuyo confort no va a durar por mucho tiempo y traerá sentimientos de remordimiento y culpa por haberlo comido.
El hambre se define como la necesidad de consumir nutrientes provenientes de la comida, es un mecanismo fisiológico que permite conservar integro al organismo. Algunas veces confundimos las emociones con hambre. Tenemos que aprender a identificarlos y como satisfacer cada tipo para mantenernos saludables y evitar atracones que afectan nuestro peso y ánimo.
El hambre física: es aquella sensación de vacío en el estómago, un ligero aturdimiento, bajos niveles de azúcar en la sangre, deseo de comer o una sensación de fatiga debido al hambre.
El hambre emocional: es el deseo o antojo de algo que nos conforte o calme algún sentimiento proveniente de las emociones, pero no se relaciona con el hambre física.
He aquí una serie de consejos para detectar y separar el hambre física y emocional:
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Siéntate de una manera cómoda y cierra tus ojos.
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Mientras permaneces sentado, siente como tu cuerpo hace contacto con el suelo, la silla, date cuenta como tus manos descansan sobre tus piernas.
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Empieza a notar el ritmo de tu respiración. Comienza a respirar lentamente inhalando y exhalando permitiendo que tu abdomen se expanda.
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Coloca una mano sobre tu estómago y respira sientiendo cono se eleva, en este punto exhala. Respira de esta manera profundamente durante 1- 3 minutos.
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Después de haber realizado este ejercicio de respiración, trae tu atención a las sensaciones en tu estómago. En una escala del 1 al 10, donde 1 significa que no te sientes hambriento y 10 significa que estas muy hambriento, pregúntate: ¿En verdad tengo hambre?, ¿Viene de mi mente o mi estomago?, ¿Ese hueco que siento, es un vacío que busco llenar?, ¿De que tengo hambre de verdad?
Puede ser que no se trate de comida. La verdadera razón es diferente para cada uno de nosotros y encontrarla requiere una excavación en nuestro interior.
Para identificar el hambre física durante el ejercicio de respiración trata de no pensar cuando fue la ultima vez en el día que ingeriste algún alimento o qué hora es, realmente escucha a tu cuerpo, no tu mente.
Cuando pones atención primero en tu hambre, esta te indicará si es momento de comer, cuánto comer y ser consiente de hacer las mejores elecciones para nutrir tu cuerpo. Algo importante a destacar, es aprender a parar cuando estemos satisfechos. Antes de decirle "si" a ese segundo plato u ordenar más comida en el restaurante, haz la pregunta: ¿Sigo teniendo hambre? (o ya es por gula).
Tratándose del hambre emocional, no acostumbres a satisfacerla con comida, prueba otras opciones enriquecedoras:
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Da una caminata
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Haz yoga
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Aprende a meditar
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Llama o sal con tus amigos; esta comprobado que somos más felices con ellos a nuestro alrededor.
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Ponte cómodo y lee un libro o tu blog favorito, o ve series o YouTube.
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Bebe una taza de té
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Abraza a tus seres queridos
Hay una gran lista de cosas que nos ayudan a reconfortarnos y calmar esa hambre emocional, estos son algunos ejemplos, cada persona tienen su lista que nos ayuda a sentirnos mejor sin necesidad de comer cuando no se requiere.
Vía |hellohealthy
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