Halloween y Día de muertos son las noches más dulces del año. Calabazas y bolsas del súper (este año me toco ver bolsas ecológicas de tela) son llenadas con un buffet de azúcar, tan rico que difícilmente podemos evitarlo, incluso a pesar de hacer nuestro mejor esfuerzo. Muchos de nosotros, intentamos evitarlos, per, resulta una tarea complicada. ¿Cuántos dulces has comido esta semana?
En este momento que estoy escribiendo la nota, estoy comiendo una paleta del botín de dulces del pasado 1 de noviembre, ¡Upps!. La explicación de porque no podemos evitar el azúcar, no solo cubre nuestro antojo por algo azucarado, sino también, le da un golpe al centro del placer del cerebro, siendo una "droga" poderosa.
¿Qué pasa después de ignorar nuestro sentido común y sumergir la cabeza en el tazón de dulces? ¿Una noche de dulces o varios días subsecuentes son malos? La respuesta es no, pero desafortunadamente la respuestas es más complicada. Los dulces comerciales, están cargados de colorantes, químicos, aditivos, sodio, conservadores, pero la peor parte de una noche o días de atracones de Halloween es la** culpa y el placer producidos por consumir dulces.**
En primer lugar, podemos sentirnos seriamente culpables. La culpa, es quizás, uno de los más grandes problemas que enfrentamos, y por ella, nos conducimos a comer más dulces los días posteriores. Lo importante aquí, es que no dejemos que la culpa nos distraiga de nuestros hábitos saludables. Haz ejercicio y trata de comer saludable para compensar los excesos.
En segundo lugar, nuestro cerebro pide más y más dulces. Como el azúcar estimula el centro de placer cerebral, de manera similar a otras sustancias adictivas, hace que se libere dopamina, la hormona que nos hace sentir bien. Como valió la pena, entonces seguiremos comiendo dulces para repetir la sensación, desplazando el lugar de las opciones saludables.
Como consejo final, guarda en un frasco todos los dulces que te quedaron, salvo algunos que puedes compartir, y dosifícalos en el transcurso del mes o consérvalos y recíclalos en tus regalos navideños. No pasa nada malo si comes dulces, solo no exageres y mantén un estilo de vida y dieta saludables diariamente.
PD: en esta nota comí una paleta, dos dulces de menta y una gomita de cajeta. Y se acabó mi botín de dulces. ¿Qué voy a hacer ahora?, supongo que esperarme a la temporada navideña.
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