¿Te ha pasado que cuando quieres helado y estas decidido a comer solo una bola y terminas comiéndote mas de medio bote? (¡O soy solo yo!) Cualquiera que sea nuestra perdición, no tenemos porque desanimarnos, solo necesitamos aprender cómo comer todo lo que queramos sin excedernos
Consumir la comida que tanto nos gusta con moderación, significa saber y aceptar que antojos son nuestros favoritos y recompensar a nuestros sentidos con una porción adecuada que nos deje satisfechos y libres de toda culpa.
A continuación veremos una serie de consejos que nos ayudaran a practicar la moderación:
- Deja de clasificar a la comida como buena o mala: "no hay alimento malo, lo malo son los excesos". Si nuestra dieta es muy restrictiva, instintivamente vamos a buscar aquellos alimentos prohibidos. En lugar de esto, planea algún día especial para comer un antojo.
- Visualización: imagina comiendo aquel alimento que tiendes a consumir de más. Disfrútalo, saboréalo lentamente solo una pieza. Ahora lleva este pensamiento a la vida real. Al practicar constantemente este sencillo ejercicio de visualización, empezaremos a modificar nuestro comportamiento alimentario.
- Prográmate: si piensas que no puedes comer solo una pieza de "ese algo", seguramente te vas a dar un festín cuando lo tengas enfrente. Repite este mantra: "Puedo comer toda la comida que me encanta en moderación". Esto puede ser de ayuda cuando te encuentres en una situación en la que tengas buffet, y puede interrumpir la voz interna que te dice "Come más"
- Degusta alimentos y ten autocontrol: sabrá muy rico algo que este consumiendo, pero esto no es motivo para excederte. Degusta cada bocado y auto contrólate.
- ¿De que tienes antojo?: -como que tengo ganas de algo dulce, con caramelo... ¡Perfecto! En tu siguiente comida busca algo parecido; se me ocurre una ensalada con rodajas de manzana asadas con nueces garapiñadas. O tal vez tengas antojo de papas fritas, entonces busca una opción saludable.
Como puedes observar, no es tan difícil apegarte a parámetros saludables sin caer en excesos y dándonos ese permiso necesario para disfrutar de los alimentos que tanto nos gustan.
Vía| MindBodyGreen
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