Los riñones son órganos fundamentales ya que estos son responsables de procesos muy importantes para mantener una óptima salud como el proceso de eliminar el exceso de líquidos y filtrar los desechos de los alimentos que ingerimos, además de que estos pequeños órganos nos ayudan a mantener el equilibrio en los niveles de agua, sales y minerales, contribuyendo a que el organismo trabaje de manera correcta y absorba solo aquellos elementos que nos son necesarios.
De acuerdo con la doctora María José Soler, del servicio de Nefrología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Nefrología, en el mundo existen cerca de 850 millones de personas en el mundo padecen algún tipo de enfermedad renal.
Según explica en una entrevista con el diario La Vanguardia, la insuficiencia renal crónica es irreversible y aparece cuando se produce una alteración de más de tres meses en la función del riñón de manera que el tratamiento debe ir enfocado en que no progrese, cosa que se consigue mediante medicación y cambios en la dieta y el estilo de vida.
"El riñón es a menudo un traidor silente, de manera que en muchas ocasiones el paciente no se da cuenta de que está dejando de funcionar”, María José Soler, Doctora del servicio de Nefrología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona.
Existen muchos alimentos que por sus alto contenido en sodio, sales, ácido úrico, calcio y alcohol por nombrar algunos, si se consumen en exceso pueden provocarnos fallas o daños a este órgano, por lo que es mejor reducir su consumo o eliminarlos de nuestra dieta para cuidar así nuestra salud, especialmente si tenemos algún problema renal.
Alimentos que podrían dañar nuestros riñones si se consumen en exceso
Carne roja
La carne roja además de ser rica en proteínas, es rica en fósforo, un mineral fundamental para la formación de huesos y dientes, que colabora en la activación de determinadas enzimas y favorece la actividad celular, entre otras funciones, sin embargo en el caso de personas con insuficiencia renal es importante moderar el consumo de este mineral, ya que cuando el exceso de fósforo no puede ser eliminado este se puede acumular en la sangre y producir daños al cuerpo humano.
Chiles y alimentos encurtidos
Consumir un exceso de sal eleva la cantidad de sodio en sangre, cosa que reduce la capacidad de los riñones para eliminar el agua; los alimentos encurtidos llevan un proceso de fermentación en salmuera (agua con alta concentración de sal o de inmersión en una solución hecha con vinagre) por lo que el exceso de estos alimentos podría llegar a ser peligroso debido a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo diario de sodio en adultos sea menor a 2 g (lo que equivale a unos 5 g de sal).
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Condimentos procesados y cubitos de caldo
Al igual que los encurtidos, los condimentos procesados pueden significar un riesgo si se consumen en altas porciones y con frecuencia mayor a la recomendada, ya que contienen niveles de sal por arriba de lo recomendado por la OMS que son 5 g de sal en un adulto promedio por día.
Alcohol
Según un artículo publicado en Alcohol Health and Research World, el consumo de alcohol puede alterar los mecanismos de control hormonal que rigen los riñones, además de que produce un desequilibrio en los electrolitos; por esta razón algunas personas se quejan de dolor de riñones tras consumir alcohol, esto se debe a que los riñones filtran el agua con la ayuda de la hormona antidiurética, una hormona producida por la glándula pituitaria que se puede ver afectada por el alcohol.
Refrescos
De acuerdo con algunos especialistas los refrescos altera el metabolismo de electrolitos y el pH en nuestro organismo, por lo que pueden fomentar la formación de cálculos renales, conocidas como piedras en el riñón; además de aumentar los niveles de glucosa en la sangre, lo que también aumenta el riesgo de sufrir diabetes mellitus e hipertensión, enfermedades que deterioran a directamente a los riñones.
Fuentes | OMS | La vanguardia) |
Fotos | Pexels |
