En más de una ocasión en nuestras vidas hemos escuchado que con ciertos alimentos podemos mejorar nuestra memoria, en México, por ejemplo, nuestras madres y abuelas siempre nos han afirmado que comer semillas de girasol son muy buenas para ello. Algunos lo hemos creído, y otros hemos dejado pasar esos consejos, que para muchos no son más que un mito.
Pero en realidad, dichas afirmaciones son ciertas. Ya sabemos que comer comida saludable trae muchos beneficios a nuestro organismo, incluido nuestro cerebro, que es el centro de control de nuestro cuerpo y que se encarga de que nuestro corazón siga latiendo y los pulmones sigan respirando, nos permite que nuestros movimientos sean exactos y también da forma a nuestros pensamientos y realiza otras tareas como la memoria y la concentración.
Por todo esto, debemos asegurarnos de que este importantísimo órgano se mantenga en buenas condiciones, y los alimentos que consumimos a diario juegan un gran papel en mantenerlo saludable; ahora bien, hay que considerar que en el caso del Alzheimer, los investigadores no están aún 100% seguros de cuáles alimentos específicamente ayudan a prevenirlo, por lo que recomiendan llevar a cabo algunas acciones para evitar su aparición temprana tales como:
- Llevar una vida sana, con una alimentación muy balanceada
- Tener un descanso adecuado
- No ingerir licor en exceso
- No consumir alucinógenos
- Practicar el hábito de la lectura
- Hacer ejercicios mentales como crucigramas y modelos matemáticos
Ahora bien, entre los alimentos que científicamente han demostrado ser importantes para ayudar a la mejora de las actividades cerebrales se encuentran los siguientes:
Pescado
De acuerdo a un estudio publicado en febrero de 2016, consumir pescado de forma regular está asociado con un riesgo menor de padecer Alzheimer, esto tras concluir que las personas que así lo hacen tienen mayores niveles de mercurio en el cerebro. Por otro lado, este estudio también encontró que los suplementos de aceite de pescado no tienen una relación significativa con la prevención de neuropatologías.
Hay otros estudios previos que han reportado resultados positivos en la relación entre el consumo de pescados altos en ácidos grasos omega 3 y la prevención del deterioro cognitivo y la demencia. No debemos tampoco olvidar que conforme avanza nuestra edad, el cerebro pierde DHA, un lípido muy importante para este órgano, por lo que el consumo de pescado es muy recomendable en personas mayores.
Té verde
Al té verde solemos asociarlo con momentos de tranquilidad, relajación y purificación, pero más allá de esas cualidades sensoriales, el té verde puede mejorar la conectividad cerebral y ayudar a tratar los síntomas de demencia, así como el síndrome de Down y reducir el riesgo de ciertas enfermedades como el cáncer, la presión arterial alta, el colesterol y el Alzheimer.
Una investigación reciente realizada por el equipo de neurosiquiatría de la Universidad de Basilea, en Suiza, demostró que quienes toman el equivalente a una o dos tazas de té verde diariamente ven incrementada la conectividad en regiones del cerebro asociadas con la memoria.
Arándanos azules
De acuerdo a un estudio realizado en el 2014, los arándanos azules ayudan a mejorar la memoria en adultos mayores, esto gracias a su contenido en compuestos polifenólicos, mismos que tienen efectos antioxidantes y anti-inflamatorios.
Éstos compuestos también están asociadas a un aumento de la señalización neuronal en los centros cerebrales dedicados a la memoria, así como a una mejor eliminación de la glucosa, ambos importantes para evitar la neurodegeneración. Otro de los beneficios hallados de consumir arándanos azules, es una menor cantidad de síntomas de depresión.
Nueces
En el 2015, el Journal of Nutrition, Health and Aging publicó una investigación en la que se valoró a población estadounidense en edad adulta, encontrando que aquellos que consumían más nueces tenían un mejor rendimiento al presentar diversas pruebas cognitivas, sin importar su edad, género o etnia.
El motivo: su contenido de antioxidantes, una variedad de vitaminas y minerales, y la presencia de omega 3. De allí, que se recomiende comer un puñado de nueces diariamente, ya sea como parte de una comida o como una colación.
Por otro lado, no debemos olvidar que al igual que las nueces, las avellanas, almendras, anacardos, cacahuates, semillas de girasol, ajonjolí y las semillas de linaza son buenas fuentes de vitamina E, la cual ha demostrado tener efectos reales en la mejora del aprendizaje y en la prevención de pérdida de memoria, tal como
Betabel
Amado por muchos y odiado por otros, el betabel es uno de los alimentos que han demostrado tener un impacto positivo en el incremento de flujo sanguíneo en el cerebro, principalmente en adultos mayores pues es en ellos en los que ciertas áreas del cerebro reciben un menor flujo de sangre lo que conlleva a un funcionamiento cognitivo pobre.
Los betabeles, al igual que el apio, la coliflor y otros vegetales de hoja verde como las espinacas y la lechuga ofrecen altas concentraciones de nitratos, mismos que ayudan a un mejor flujo de sangre y oxígeno en el organismo, y de manera especial, a la materia blanca de los lóbulos frontales del cerebro, áreas que están asociadas con la degeneración que conduce a la demencia y a otros padecimientos cognitivos.
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