Hace algunas semanas atrás hablábamos de las salsas madre, un conjunto de 5 salsas básicas en la cocina que son la base para muchos platillos y cuya función es darle sabor, cuerpo y textura a nuestras preparaciones.
Hoy nos toca aprender a cocinar la salsa velouté, una salsa madre de origen francés cuyo nombre significa "aterciopelado". Es una salsa cuya base es una roux a base de mantequilla y harina a la que se le agrega un caldo blanco, ya sea de pollo o pescado.
Para preparar de esta salsa velouté dependemos de un buen caldo blanco ya sea de pollo o pescado. Para lograrlo, cuando pongamos a hervir nuestra carne, hay que procurar agregarle algunos otros sazonadores como ajo, cebolla, hojas de laurel y sal.
En una cacerola mediana derretimos la mantequilla; sin dejar que burbujea agregamos la harina y mezclamos, hasta lograr que se integren, que tomen un tono ligeramente dorado y tengamos un aroma como a galletas. En seguida, poco a poco y de preferencia en hilo, vamos añadiendo el caldo blanco sin dejar de mover.
Permitimos la cocción durante 5 minutos moviendo constantemente, hasta que al pasar una cuchara** la salsa cubra el reverso de ésta**. Dejamos enfriar unos segundos para que espese un poco más y servimos.
Con qué acompañar la salsa velouté
La salsa velouté como tal, podemos utilizarla sirviéndola como base de un pollo o pescado a la plancha o bien, para hacer otras salsas secundarias como la salsa suprema, la salsa alemana o la salsa de vino blanco.