Ahora que se acerca la Navidad, es momento de comenzar a buscar recetas que podamos servir en la cena de Nochebuena a nuestros invitados, y los entrantes y las guarniciones no pueden faltarnos. Las papas en forma de puré son un clásico que siempre es bienvenido, pero al que podemos sacarle mucho más partido con un poco más de esfuerzo.
De ahí que la propuesta que hoy les tengo sea a base de puré de papa, pero realzándolo con dos ingredientes que a todos gustan. Hace unos meses, les compartía la receta de un delicioso puré de papa con espinacas, y hoy, se trata de unos pastelitos de papa, queso y tocino.
Ingredientes para 4 personas
- 4 papas grandes, 200 mililitros de crema ácida, 1/2 cebolla finamente picada, 2 huevos batidos, 1/2 taza de queso parmesano rallado, 100 gramos de tocino picado, aceite de oliva, sal y pimienta.
Cómo hacer pastelitos de papa, queso y tocino
Nuestro primer paso será pelar las papas, cortarlas en cuartos y ponerlas en una olla con suficiente agua para cubrirlas, para luego cocerlas hasta que estén tiernas. En seguida, las escurrimos, las colocamos en un tazón y las aplastamos con ayuda de un machacador.
En una sartén calentamos una cuchara de aceite de oliva y agregamos la cebolla. Cuando empiece a suavizarse añadimos el tocino y permitimos la cocción hasta que éste comience a dorar. En un tazón, mezclamos la crema con los huevos batidos, salpimentamos y añadimos el queso parmesano.
Precalentamos el horno a 200ºC y engrasamos con mantequilla o aceite en aerosol un molde para muffins.
A continuación, mezclamos en un tazón grande las papas machacadas, la cebolla y el tocino salteados y la mezcla de crema, huevo y queso, hasta que estén bien integrados. Por último, colocamos la masa en los moldes, procurando no llenar por completo. Horneamos durante 15 minutos o hasta que los pastelitos de papa estén ligeramente dorados en la superficie.
Degustación
Estos pastelitos de papa, queso y tocino hay que dejarlos enfriar por lo menos 10 minutos antes de desmoldarlos con ayuda de un tenedor para que no se deshagan. Podemos servirlos fríos o calientes, y son perfectos para acompañar platos de carne o para presentarlos como entrante en una reunión con los amigos.
