Si hay algo que me gusta de las frittatas italianas es su versatilidad, pues nos permite agregar una gran variedad de ingredientes y las combinaciones que de estos surjan, de modo que con un poco de imaginación podemos crear un plato diferente, nutritivo y exquisito en unos cuantos minutos.
Ese es el caso de esta frittata de papa y calabacita, que me tienta a degustarla durante el desayuno o la cena, y que incluso acompañada de una ensalada verde puede ser el plato principal de una comida de Cuaresma o de Semana Santa. En esta ocasión, la he preparado sobre la estufa, pero si tienen un sartén resistente al horno pueden finalizarla en un horno convencional para gratinarla.
Ingredientes para 4 personas
- 2 papas blancas medianas, 1 calabacita, 1 cebolla blanca pequeña, 2 cucharadas de mantequilla, 4 huevos, 1/2 taza de queso parmesano, pimienta al gusto.
Cómo hacer frittata de papa y calabacita
Lo primero que haremos es cortar la papa en cubos pequeños y rebanaremos en medias lunas la cebolla y la calabacita. A continuación, derretimos la mantequilla en una sartén antiadherente para en ella cocinar las papas hasta que estén suaves y ligeramente doradas, durante 10 minutos aproximadamente.
Cuando la papa esté cocida agregamos la cebolla y la calabacita, salteando ligeramente hasta que ésta comience a suavizarse. En un tazón batimos los huevos y los mezclamos con el queso parmesano para inmediatamente añadirlos sobre los vegetales, los cuales habremos esparcido bien en toda la superficie de la sartén.
Espolvoreamos pimienta molida encima del huevo, bajamos el fuego al mínimo y tapamos la sartén; esperamos a que el huevo esponje, esté cocido y firme. Apagamos el fuego, espolvoreamos un poco más de queso parmesano encima y dejamos reposar cinco minutos antes de servir.
Si queremos gratirnarla, una vez que haya comenzado a cuajar el huevo, espolvoreamos un poco de queso parmesano y lo metemos al horno precalentado a 190ºC durante 15 minutos.
Degustación
Como pueden ver esta frittata de papa y calabacita es muy sencilla y rápida de preparar. Se sirve cortada en triángulos y hay que acompañarla con una ensalada fresca de hojas verdes y unas rebanadas de pan de sal.