El invierno recién ha comenzado, y eso significa que durante unos meses más seguiremos dándole preferencia a los platos de cuchara. Aquellas sopas y guisos caldosos que nos darán ese confortante calor en esta temporada de fríos. En México, la sopa de fideos y las cremas de verduras son las estrellas de la temporada, y la receta que hoy les comparto está destinada a ser un éxito en la mesa.
Se trata de una crema de zanahorias asadas que se aleja solo un poco de la receta tradicional para realzar el sabor de la zanahoria y añadir otros ingredientes como el jitomate, la cebolla y el ajo para formar una sopa realmente apetitosa y con mucho sabor. Es ligeramente dulce, contrastando con el ligero tono picante que le da el ajo.
Comenzamos precalentando el horno a 200ºC y cubriendo una charola para horno con aceite. Enseguida, cortamos las zanahorias en rebanadas de un centímetro de espesor aproximadamente y la cebolla la cortamos en julianas. Colocamos zanahorias, cebolla y ajo en un tazón y los bañamos con el aceite de oliva, sal y pimienta, revolviendo hasta que queden bien cubiertas.
A continuación, pasamos todo a la charola para horno asegurándonos de que no queden encimados y lo horneamos por 30 minutos hasta que los vegetales estén cocidos y ligeramente dorados. Al terminar, dejamos enfriar en un recipiente aparte mientras hacemos el mismo proceso con los jitomates.
Continuamos colocando en la licuadora las zanahorias y los jitomates asados a los que les habremos retirado la cáscara, junto con la leche. Salpimentamos y procesamos hasta obtener una mezcla homogénea. Vertemos todo en una cacerola y lo dejamos cocinar a fuego medio por 10 minutos.
Cómo acompañar la crema de zanahorias asadas
Esta reconfortante sopa de zanahorias asadas hay que servirla caliente, adornada con un chorrito de aceite de oliva, unas hojas de albahaca fresca, unos croutones o incluso un poco de crema ácida. Queda perfecta como acompañamiento de un plato a base de pescados u otras carnes blancas. Además, si queremos que sea vegana, podemos sustituir la leche entera por leche de almendras o por caldo de vegetales.