Con el clima tan loco de las últimas semanas, es bueno estar armados con recetas que se adapten tanto a los días calurosos, como a los días lluviosos. La crema de lechuga y coco es una opción deliciosa que se puede servir caliente o fría, sin perder su sabor.
La papa y la leche de coco son las encargadas de darle la cremosidad, sin la necesidad de añadir productos lácteos. El sabor a coco es muy sutil, y depende de la marca de leche que utilices. En la casa nos gusta agregarle unos cuantos croutones antes de servirla, para darle un toque crujiente.
Esta sencilla receta la podrás hacer con los utensilios básicos de cualquier cocina, tan solo vas a necesitar utilizar un licuadora y un juego de cuchillos.
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Cortar en rodajas la parte blanca del poro. Cortar en rebanadas los ajos.
En una olla grande, calentar el aceite de oliva. Agregar el poro y los ajos, freír hasta que estén suaves y fragantes, alrededor de 5 minutos.
Cortar la papa en cubos y añadir a la olla. Desinfectar y cortar la lechuga en trozos toscos. Agregar a la olla. Freír hasta que la lechuga este suave, aproximadamente 5 minutos. Agregar el caldo de verduras, llevar a ebullición, reducir fuego y dejar hervir por 15 minutos.
Agregar la leche de coco y sazonar al gusto. Mezclar por unos minutos. Transferir a una licuadora y licuar hasta obtener una consistencia tersa y homogénea.
Degustación
La crema de lechuga y coco es una receta muy versátil, ideal para estos días en los que no sabemos cómo estará el clima, ya que la puedes servir caliente, al tiempo o fría. Te recomiendo que la acompañes con croutones.
