Una de las mejores y más rápidas formas de cocinar los champiñones es salteándolos con un poco de mantequilla y sazonar con sal y pimienta; de ahí, podemos ir variando la receta para realzar su sabor. De allí surge esta receta de champiñones con cebolla caramelizada, cuya combinación de ingredientes será irresistible para nuestro paladar.
Lo mejor de todo, es que es una receta con muy pocos ingredientes, y muy sencilla de hacer, para lo cual solo necesitamos un poco de paciencia y tiempo, para darle espacio a la cebolla para que se caramelice. Quienes tienen niños no deben preocuparse por el vino blanco, pues al terminar la cocción el alcohol se habrá evaporado. Si no desean utilizarlo, pueden omitirlo o sustituirlo por caldo de pollo.
Ingredientes para 2 personas
- 2 cebollas blancas medianas, 1 diente de ajo, 150 gramos de champiñones, 1 cucharada de mantequilla, 2 cucharadas de aceite de oliva, 2 cucharadas de salsa de soya, 1/4 taza de vino blanco, sal, pimienta y hojas de perejil o cilantro fresco.
Cómo hacer champiñones con cebolla caramelizada
Para preparar este platillo lo primero que haremos será cortar en rebanadas las dos cebollas y los champiñones, y picar muy finamente el ajo. Calentamos una sartén a fuego medio, agregamos el aceite de oliva y la mantequilla y esperamos a que ésta se derrita para añadir la cebolla y el ajo.
Bajamos el fuego al mínimo y dejamos que la cebolla se suavice por espacio de 10 minutos; a continuación agregamos los champiñones y salteamos ligeramente hasta que comiencen a ablandarse, momento en el cual añadiremos la cucharada de salsa de soya, el vino blanco, una pizca de sal y un poco de pimienta.
Continuaremos la cocción moviendo ocasionalmente, durante 10 minutos más aproximadamente, hasta que la cebolla se haya caramelizado y tome un ligero tono café y hasta que el vino se haya evaporado. Por último, espolvoreamos unas hojas de cilantro o perejil fresco picado y servimos.
Degustación
Estos champiñones con cebolla caramelizada tienen un sabor dulce que les encantará. A mí me gusta prepararlos para acompañar unos bisteces a la plancha, pero quedan muy bien en el desayuno acompañando unos huevos revueltos e incluso como topping de una pizza casera.
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