Una de las cosas que más me gusta de encontrar recetarios de algunas décadas atrás es que me invitan a encontrar recetas que por demás de sencillas de preparar tienen un gran sabor, requieren pocos ingredientes y además, usan la menor cantidad de productos procesados. Son de esas recetas que se antoja hacer por lo fáciles que son, a pesar de que no tengamos una fotografía de como quedan.
Una de esas recetas es la que hoy les comparto, unos buñuelos de pera estupendos para servir después de la comida. Para prepararlos, podemos usar peras frescas, pero si no encontramos, no debemos dudar en usar unas peras en almíbar o unas manzanas verdes.
Ingredientes para 4 personas
- 200 gramos de harina, 3 huevos, ralladura de limón, 100 gramos de azúcar, 1/4 de taza de leche, 4 peras, 1/2 cucharadita de polvo para hornear, una pizca de sal y aceite el necesario. 1/4 de taza de azúcar y una cucharadita de canela para decorar.
Cómo hacer buñuelos de peras
Lo primero que haremos separar las yemas de las claras de huevo; éstas últimas las batiremos con ayuda de la batidora o de un globo hasta alcanzar el punto de turrón. Por otro lado, en un tazón mezclaremos la harina con una pizca de sal, el azúcar, las yemas, la leche, el polvo para hornear y la ralladura de limón. Una vez que tenemos una mezcla homogénea, agregaremos las claras y moveremos de forma envolvente hasta integrar.
Calentaremos aceite en un sartén y enseguida cortaremos las peras en rodajas de más o menos un centímetro, procurando quitar las semillas del centro. Untaremos cada rodaja de pera con la pasta que hemos preparado, procurando escurrir el excedente. Freiremos en el aceite hasta que esté dorado por los dos lados. Al sacar escurriremos perfectamente y las colocaremos en un plato cubierto con papel absorbente para quitar el exceso de grasa. Por último, espolvoreamos con una mezcla de azúcar y canela.
Degustación
Estos buñuelos de pera quedan dorados, suaves y ligeramente esponjosos por fuera, y por dentro, la pera queda tierna y jugosa. Si nos es posible, hay que llevarlos a la mesa aún estando calientes, pues así es como podemos degustar mejor el sabor de la pera. Ya les decía, podemos servirlo como postre, pero nada nos impide prepararlos para el desayuno de un día domingo.