En la cocina hay que arriesgarnos a probar nuevos sabores y a utilizar los ingredientes de una forma diferente a como estamos acostumbrados a usarlos. Un ejemplo de esto último es la avena, que desde pequeños hemos aprendido a comerla cocida con leche y un poco de canela y azúcar para darle sabor.
Pero la gran mayoría, no hemos siguiera pensado en hacer un plato saldo de avena cocida y mucho menos en acompañar ésta con unos huevos estrellados o con unos huevos tibios. De ahí, que seguramente les causará intriga el platillo que hoy les propongo: avena cocida con huevo y epazote, para el desayuno.
Ingredientes para una persona
- 1/2 taza de hojuelas de avena, una taza de agua, un huevo, sal y pimienta, 2 cucharadas de queso manchego rallado y una cucharadita de hojas de epazote seco.
Cómo hacer avena cocida huevo.
Lo primero que haremos para preparar este desayuno diferente es poner a hervir la taza de agua en una cacerola pequeña y añadir las hojuelas de avena junto con una pizca de sal y una de pimienta. Mezclaremos y reduciremos el fuego al mínimo, dejando que hierva durante 5 minutos o hasta que la avena esté tierna y cocida.
Mientras la avena se cuece, calentaremos una sartén antiadherente a fuego medio, y añadiremos con cuidado el huevo, procurando que la yema no se rompa. Permitiremos la cocción entre los 3 y 5 minutos, hasta que las claras hayan cuajado, pero sin que la yema se cueza de más. Sazonaremos con sal y pimienta al gusto.
Por último, en un tazón serviremos la avena cocida; enseguida le añadiremos el queso manchego rallado y colocaremos encima el huevo que hemos preparado. Terminamos de darle vida a nuestro desayuno espolvoreando las hojas de epazote secas.
Degustación
Nuestra avena cocida con huevo y epazote tenemos que servirla caliente, recién preparada, por lo que no es buena idea prepararla con antelación. De acuerdo a nuestro gusto, podemos añadirle la salsa de nuestra elección o unas rebanadas de aguacate. La bebida que recomendamos para acompañarla es un vaso de jugo de naranja, aunque no le decimos que no a una taza del café de todos los días.