No hay quien no disfrute a lo grande de los dulces, así sea el más pequeño de ellos. Pero detrás de su dulzura y de las sensaciones buenas que nos dejan, quedan miles de toneladas de basura al año, procedentes de sus envolturas. De allí, que el reciclaje de éstos sea una necesidad.
Afortunadamente, hay quienes buscan darle solución a este problema, y muchos de ellos lo hacen de forma creativa, enseñándonos que con lo que nosotros llamamos basura, ellos pueden hacer cosas sorprendentes. Para muestra, este vestido diseñado por la artista Emily Seilhamer, quien ha realizado este maravilloso vestido con 10,000 envolturas de dulces.
Pero lo sorprendente no es la cantidad de envolturas que ocupó para realizarlo, sino todo el trabajo y tiempo que le tomó hacerlo. Cuatro años en el que con la ayuda de amigos y familiares juntó las 10,000 envolturas, para hacer el vestido junto con zapatos y pulsera a juego.
El trabajo implicó organizar las envolturas en colores, plancharlas, doblarlas, enlazarlas y unirlas con hilo elástico. Para este proyecto, Emily uso envolturas de dulces llamado Starburst, un dulce afrutado que es su favorito gracias a que con una pieza de ellos conoció a su esposo. Estos dulces son similares a los que conocemos en México como Sugus.
Imágenes | Emily Seilhamer