Hay ingredientes que en definitiva podemos comprar en tiendas para repostería pero nada se compara con el sabor y calidad que obtienes al probar tus propias versiones caseras (sin exceso de azúcares añadidos); incluso puedes preparar más producto y afectará menos a tu bolsillo si estás en modo ahorrador. En esta ocasión te contamos cómo preparar nata de leche.
La crema de leche o nata es la crema que encontramos en la leche. Es uno de los productos de la leche más empleados para repostería, para preparar panes y helados, ya que le da mucho cuerpo y sabor a los postres. Esta crema es de consistencia espesa y algo amarillenta. Se forma de forma natural en la superficie de la leche cuando se encuentra en su estado natural y puro, que se bate y de ahí se forma la chantilly que utilizamos también para la repostería.
Aunque no lo creas, preparar nata de leche en casa es más fácil de lo que te imaginas. Sólo se trata de una mezcla de crema de leche, mantequilla y aire. ¡Manos a la obra!
Derretimos la mantequilla en el microondas y, en un tazón mediano, mezclamos 1/3 de taza de mantequilla derretida y 3/4 de taza de leche entera. Es importante que la mantequilla se haya enfriado antes de echarla sobre la leche.
Batimos con ayuda de un globo o una batidora de mano (o eléctrica) por varios minutos hasta que la nata obtenga una consistencia espesa y cremosa, un tanto espumosa.
Retira y guarda la nata espesa en un recipiente hermético. Puedes guardarla refrigerada hasta por dos días.
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