Si estás en busca de recetas de postres fáciles que puedas preparar en poco tiempo, estás en el lugar indicado: puedes preparar estos merengues horneados, que serán tu salvación para servir como postre en una cena informal o para ofrecer a algunas visitas inesperadas. Es que, ¿a quén no le gusta el merengue? Si son estos pedacitos de cielo dulce, que también (con mucho sentido) llamamos suspiros, que se vuelven adictivos y no podemos dejar de comer mientras platicamos con nuestros seres queridos mientras acompañamos una taza de café o de té.
Y como en Directo al Paladar México sabemos muy bien que existen diferentes tipos de comensales, también podrán hacer esta receta para los amigos y familiares veganos o simplemente para aquellos que no les gusta el huevo. Siguiendo esta receta de merengues sin huevo podrán hacer perfectamente unos deliciosos pedacitos de cielo aptos para cualquier miembro de la familia.
Si tienes muy poco tiempo para prepararlos, puedes intentar esta receta de merengues en microondas.
Comenzamos a preparar esta receta de merengues horneados, coloca las claras en un bowl, agrega una pizca de sal bate bien, de preferencia con ayuda de una batidora de inmersión. Mantente batiendo a una velocidad alta hasta que las claras tengan un punto de nieve, no debe de quedar líquida. Este proceso puede tomarte fácilmente 5 minutos.
En cuanto esto suceda, ve añadiendo el azúcar glass poco a poco sin dejar de batir mientras haces movimientos envolventes. Sigue batiendo hasta que obtengas un merengue duro que empiece a formar picos con los cristales de azúcar y no se caiga en cuánto volteas el bowl.
Ahora añadimos el jugo de medio limón, para darle sabor y a su vez, espesar el merengue. Si lo prefieres de otro sabor, puedes agregar trozos de nuez, esencia de vainilla, jarabe de frambuesa, con café o cacao en polvo. Incorporamos bien.
Ahora, precalentamos el horno a 80°C. Mientras se calienta, introducimos el merengue a una manga pastelera. Ayúdate con una espátula o lengua de cocina para no desperdiciar nada.
Exprimimos y formamos un remolino con la masa para merengue, directamente en la bandeja del horno forrada con papel encerado. Horneamos el merengue por 1 hora o una 1 hora y media, si consideras que todavía no queda. Cuando estén listos, apaga el horno y deja los merengues dentro como mínimo 1 hora más, o hasta que el horno esté totalmente frío, así te aseguras de que no pierden su forma.
¡Disfruta! Pero ten cuidado, que son super adictivos.