Amamos las frutas cubiertas en chocolate, desde las frambuesas hasta las fresas. Y es que este sabor es cautivador y adictivo. Esta receta puede ser muy buena para un postre ligero o para regalar en alguna ocasión especial que quieran ofrecer algo más personal, natural y fresco. Si estás buscando un regalo o detalle especial para alguna cena de aniversario, esta es la opción.
Aunque también puedes comerlo en cualquier momento en que se te antoje. Estas delicias atractivas combinan lo mejor de la fruta fresca y el rico chocolate. El proceso de elaboración es exageradamente fácil, siempre y cuando tengas cuidado y seas paciente. Al final, tendrás una gran recompensa.
Lavamos y desinfectamos las fresas, pero no les quitamos el tallo (aunque si lo prefieres, puedes hacerlo). Drenamos el exceso de agua con ayuda de una toalla de papel. Es importante que estén bien secas antes de congelarlas.
En una charola o plato extendido colocamos un film de papel encerado.
Derretimos la tableta de chocolate en el microondas durante intervalos de 30 segundos hasta que esté bien líquida. Si sientes que el chocolate sigue muy espeso, puedes agregar aceite de coco para que nuestra mezcla cubra mejor.
(Opcional) derrite en otro tazón de la misma manera el chocolate blanco y reserva.
Pasa una por una las fresas por el chocolate y colócalas sobre el papel encerado para que e enfríe el chocolate.
Para decorar puedes tomar un poco de chocolate blanco con un tenedor y lo espolvoreas sobre la fresa, para marcar líneas de chocolate que contrasten. También puedes agregar coco rallado o chispas de chocolate, hasta nueces picadas mientras el chocolate se seca para que se queden pegados.