El verano sabe a mojarra frita y una cerveza bien fría frente al mar. Este pescado es uno de los platillos más tradicionales y populares que podemos comer en las playas y regiones costeras de México; es ese pescadito que se nos antoja apenas y ponemos un pie en la arena. Sin embargo, seguro se te ha antojado preparar una mojarra en cualquier momento, te contaremos cómo puedes hacerlo desde casa.
La mojarra frita tiene muchas formas de prepararse, puesto que es un pescado blanco y su sabor es bastante neutro. Se puede preparar con muchos condimentos o métodos de preparación; aunque en México existe un sazón particular que nos gusta mucho, el característico mojo de ajo que le da su toque clásico. Se trata de esa consistencia crujiente por fuera y suave por dentro, que nos encanta acompañar con limón, arroz y una ensalada fresca.
Cómo asegurarse de que el pescado esté fresco
Un punto muy importante a cuidar para que nos aseguremos de que nuestra mojarra frita quede perfecta es que el pescado debe estar fresco, de otra forma el sabor no va a ser tan sustancioso ni limpio. Los detalles que tienes que revisar para asegurarte de que:
El pescado por sí mismo tiene un olor bastante fuerte y característico; pero si está fresco no tendría que tener un olor demasiado penetrante, al contrario, debe de tener un olor muy sutil.
La carne debe de mantenerse firme. En caso de que la presiones, debe de regresar a su forma original.
Otro aspecto que debes de revisar son los ojos. El pescado fresco tiene ojos brillantes y claros. Al contrario, si el pescado tiene los ojos opacos y nublados, esto significa que es viejo.
Por su parte, las branquias deben de ser de un rosa intenso tirandole a rojo, no deben estar secas ni opacas.
Cómo limpiar la mojarra
Una vez que te hayas asegurado de que tu mojarra está fresca, tenemos que limpiarla bien antes de freírla o cocinarla. Normalmente nos suelen vender el pescado ya sin vísceras, por que es lo que ayuda a que se mantenga fresco, así que limpiarlo es muy fácil:
- Empezamos enjuagando muy bien tanto el interior como el exterior del pescado con agua fresca.
- Después, con ayuda de un cuchillo o una cuchara, removemos las escamas raspando en contra sentido para que se desprendan. Hay que ser muy exhaustivos y cuidar que no quede ninguna.
- Enjuaga nuevamente el pescado y ¡ya está listo para cocinar!
Con ayuda de un mortero o un prensador de ajo, trituramos los dientes de ajo. Les agregamos la pimienta, sal y el jugo de limón hasta que adquiera una consistencia pastosa.
Cubrimos el pescado con esta pasta por dentro y por fuera. Lo embadurnamos bien y le ponemos un poco de sal.
En un plato extendido ponemos un poco de harina de trigo y cubrimos la mojarra, con delicadeza, por todos lados. Asegúrate de sacudirlo para quitarle el exceso de harina.
En un sartén grande, calentamos una buena cantidad (una taza) de aceite vegetal a temperatura media. En cuanto el aceite comience a burbujear, colocamos la mojarra y freímos por un lado. Con ayuda de un cucharón vertiremos un poco de aceite caliente por encima de la mojarra mientras esa se está cocinando.
Normalmente se tardará 5 minutos en freír bien, pero depende de que tan grueso sea tu pescado. En cuanto la piel de abajo de la mojarra comience a tornarse café, vamos a voltear el pescado con ayuda de dos espátulas. Freímos bien el pescado hasta que haya adquirido un color dorado y esté bien crujiente.
Lo retiramos del aceite y lo colocamos sobre un film de papel para cocina para retirar el exceso de aceite.
Servimos con arroz, vegetales y un poco de salsa. ¡Provecho!
