Quienes hemos tenido la fortuna de viajar en avión y comer a bordo nos hemos dado cuenta que por lo general la comida servida en vuelo suele ser bastante insípida por no decir francamente sin sabor.
Una de las principales razones de esto es por supuesto la mediocre calidad de los alimentos servidos, de su preparación industrial y de su conservación y recalentado.
Sin embargo estos factores no lo son todo y leyendo una nota en línea hace unos días me sorprendió descubrir que también existen factores biológicos que explican la falta de sabor de los alimentos servidos a bordo de los aviones.
Resulta que la cabina de un avión está presurizada y la diferencia de altura hace que las papillas gustativas de la lengua pierdan alrededor de un 30% de su capacidad sensorial.
Por lo general los menús de las clases económicas de las líneas aéreas no son muy originales y es muy común tener pollo "en salsa de algo" con arroz blanco, carne con pasta demasiado cocida o pescado con vegetal acartonado. Y a eso le añadimos todos los factores anteriores no es de sorprender que la experiencia de comer en el avión no sea muy grata.
En las clases superiores (negocios o primera) las cosas son un poco diferentes ya que se suelen servir alimentos de mejor calidad, más variado y más frescos. Sin embargo tampoco es la maravilla.
Así que, para su próximo viaje, si la comida que les sirven les sabe medio insípida, no olviden que parte de esa sensación es generada por su propio cuerpo y no reside sólo en la calidad de los alimentos.
Si van a viajar próximamente, buen viaje y buen provecho.
Directo al Paladar|Recetas de rosca de Reyes
