Hoy en día estamos muy acostumbrados a recibir huevos de Pascua, con diseños y colores muy brillantes. Generalmente son de chocolate y la finalidad es consumirlos, pero en Ucrania existe toda una tradición alrededor de los huevos de Pascua, conocida como pysanky, y su propósito es totalmente decorativo.
Desde hace años, los huevos se relacionan con el comienzo de una nueva vida. Especialmente en la primavera, cuando regresa el sol y empiezan las nuevas cosechas, en culturas pasadas el huevo adquirió el simbolismo de vida y esperanza. Este símbolo se trasladó al cristianismo y se asoció con la época de Pascua, con la resurrección y con el renacimiento.
Para la elaboración de estos huevos, se utiliza un instrumento especial (kistka) para colocar la cera líquida en los lugares que no se quieren colorear y después se sumerge el huevo en un colorante. Este proceso se puede repetir muchas veces dependiendo del diseño y del número de colores que se requieren. Por último se retira la cera y se obtiene el pysanka. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, así que les dejo un video donde pueden observar cómo se hace un pysanky.
Se prefiere trabajar con huevos crudos, sin manchas o defectos. Algunos artistas prefieren vaciar el contenido del huevo antes de empezar a dibujar. Otros prefieren trabajar sin vaciar el huevo para evitar que se rompa, pero al finalizar el diseño, con mucho cuidado, se hace un pequeño orificio para sacar el contenido del huevo. De esta forma un pysanka puede durar muchísimo tiempo.
Como puedes ver, la técnica es muy delicada y la ideología detrás del trabajo de un pysanka es que los huevos son productos muy preciados y frágiles, igual que la vida. En cualquier momento el huevo se puede romper y te puedes quedar sin nada, como en la vida. Sin duda unos huevos de Pascua muy coloridos, y sobre todo con un gran significado.
Más información | Ukrainian American Society of Texas Imágenes | stu_spivack |
En Directo al Paladar México | Algunos datos importantes y curiosos del huevo En Directo al Paladar México | La tipografía que se cocina en una sartén