Muchos tomamos té por gusto, otros por sus beneficios y otros como una alternativa al café. Pero cualquiera que sea el motivo, todos nos hemos preguntado alguna vez cuál es la mejor manera de prepararlo, y con la gran cantidad de información que hay hoy en día en Internet, seguramente hemos quedado algo confundidos y algunas veces, hemos terminado con información errónea.
En esa búsqueda de información, o por datos que nos son bombardeados a través de las redes sociales, muchos hemos leído que el té negro tiene más cafeína que el té verde, pero ¿es esto cierto? La respuesta a esta pregunta nos llevará a conocer el secreto detrás de la cafeína en el té.
De inicio, debemos saber que todos los tés tienen cafeína, usualmente menos que la que contiene el café, y la cantidad varía dependiendo del tipo de té usado. Lo que lleva a los fabricantes a intentar diferenciarlos por su contenido de café. Así, usualmente dicen que los tés negros tienen más cafeína que los tés oolongs, los cuales a su vez tienen más cafeína que los tés verdes y que los blancos. Sin embargo, ninguno se pone de acuerdo en las cantidades.
Por otro lado se contradicen. Algunos se arriesgan y afirman que una taza de té negro tiene una mínima cantidad de 25 miligramos por taza, mientras que otros afirman que llega hasta los 90 miligramos. Y hablando de tazas de té, nunca se menciona el tamaño de éstas.
Como bien comprenderán, generalizar a todos los tés no tiene ningún sentido. Hay muchos factores que afectan la concentración de cafeína en un té entre los que destacan su crecimiento, el tamaño de las hojas y el tipo de procesamiento: tostado, envejecimiento y fermentación. De esta manera, un té verde puede tener tanta cafeína como un té negro, y dos tés negros de la misma región pueden tener niveles de cafeína totalmente diferentes.
Pero las cosas aún son más complicadas. Un mismo té puede tener diferentes cantidades de cafeína dependiendo del cómo es preparado. De acuerdo a un estudio del Journal of Analytical Toxicology, los investigadores midieron la cafeína contenida en 20 productos comunes de té y no encontraron una relación entre el tipo de té y el contenido de cafeína.
Sin embargo, llegaron a un descubrimiento mayor: entre más tiempo remojamos las hojas de té, más cafeína hay en la taza. Por ejemplo, un té inglés de desayuno, negro, con solo un minuto de preparación tuvo un contenido de 14 miligramos de cafeína en una taza, mientras que si el tiempo era extendido a cinco minutos, la concentración se duplicó.
Obviamente, los resultados del estudio resultaron contrarios a las afirmaciones de los vendedores de té que durante mucho tiempo afirmaron que para descafeinar un té era necesario remojarlo de 30 a 60 segundos, verterlo y luego remojarlo otra vez para obtener una taza de té casi libre de cafeína.
Con todo esto, ahora sabemos que si queremos aumentar la cantidad de cafeína de nuestro té, simplemente hay que dejarlo reposar por más tiempo. Pero si lo que buscamos es reducir nuestro consumo de cafeína, lo mejor es optar por infusiones de hierbas o bien remojarlo por periodos cortos de tiempo.
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