Hasta hace algunos años, a nivel internacional se creía que el frijol tenía sus orígenes en la región de Los Andes, ubicada al sur de América, sin embargo las investigaciones han señalado que todas las variedades de esta leguminosa proceden de un ancestro común que surgió en México.
El nombre en náhuatl de esta planta y semilla es ayocotle, aunque la fonética española la derivó en ayocote, mismo que en realidad es una especie grande del frijol. La especie fue llevada a España en 1522 por los conquistadores, desde donde su consumó se extendió al resto de Europa gracias a que se adapta fácilmente a los climas húmedos y fríos.
Cuenta también la historia, que fue en Italia donde surgió el vocablo fiesole, de donde proviene el término actual frijol, mientras que en Francia recibieron el nombre de haricots, y fue precisamente este país el que se vio profundamente beneficiado de esta semilla en 1575, año en que sufrieron una gran escasez de su grano tradicional: el trigo.
Los frijoles han formato parte importante de la dieta de los mexicanos y de su economía desde tiempos prehispánicos, por lo que forman parte de la cultura gastronómica de México y gracias al mestizaje se ha mezclado con prácticamente todos los ingredientes principales de nuestra cocina: epazote, cebolla, cilantro, queso, pápalo, jitomate, carne de puerco, leche y otros y se consumen principalmente en caldo, en enfrijoladas, refritos y hasta en tamales.
Tipos de frijol
Variedades se conocen más de 150, de las cuales sólo una tercera parte se encuentran en México, entre ellas figuran el frijol blanco al que también se le conoce como alubia, el frijol negro procedente de Querétaro y Veracruz y que es el más usado en la zona centro del territorio nacional, el flor de mayo, el frijol morado, el frijol pinto, el frijol canario, y el ayocote.
Otra variedad importante y muy usada es el frijol verde, que es la vaina tierna de esta leguminosa y que conocemos como ejote, y es una de las hortalizas más importantes de la alimentación debido a su contenido de vitaminas y minerales. Fuera de México a los ejotes se les conoce como habichuelas, porotos verdes, judías verdes, chauchas o simplemente vainas.
Beneficios nutricionales
Nutricionalmente hablando, el frijol es una fuente importante de proteínas y fibra dietética y poseen un bajo contenido de grasa y no tienen colesterol. De hecho, la fibra que se encuentra en los frijoles ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre y ayuda a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como lo son la diabetes, la obesidad y el cáncer.
Pero los frijoles también contienen carbohidratos complejos, lo que provoca que nos sintamos satisfechos y con energía por más tiempo. Entres las vitaminas que aportan se encuentran el complejo B, la tiamina, la riboflavina, la niacina y el ácido fólico, las cuales ayudan al buen funcionamiento del aparato digestivo y del aparato nervioso. Recordemos también que los alimentos ricos en ácido folico deben ser consumidos por las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Seguramente, habrás oído que los frijoles son una fuente importante de hierro, un mineral fundamental en la formación de la hemoglobina de la sangre, pero para que nuestro organismo absorba dicho mineral es necesario combinar los frijoles con alimentos que son ricos en vitamina C, como los jitomates.
Por último recordar que los frijoles forman parte de más del 60% de los platillos de la gastronomía mexicana, y es aquí en nuestro país donde tiene más usos culinarios, pero también está presente en los platillos europeos, africanos y asiáticos.
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