Es muy común escuchar que un amigo o amiga ha decidido comprar tofu para disminuir su consumo de carne, pero como que no termina de convencerle el sabor. Y es que en este caso, normalmente, no suele nacer el amor a primera vista. Pero el secreto está en saberlo preparar: el tofu es un ingrediente sumamente versátil y no tiene porque ser aburrido. Aquí te contamos un par de secretos para que puedas sacarle todo el provecho y que ya no te excuses para no probarlo por qué "no sabe a nada."
Todo el mundo conoce el tofu, lo asocian como "la carne de los vegetarianos", o al menos esa es la fama que este producto de soja se ha ganado. Y sí, es muy recomendado en dietas veganas y vegetarianas puesto que es un ingrediente muy interesante nutricionalmente, ya que ofrece una buena fuente de proteínas vegetales para sustituir ingredientes animales. Además, tiene un alto contenido en minerales y fibra, al mismo tiempo de que aporta grasas saludables con pocas calorías. Por si fuera poco, es una gran fuente de colágeno y ayudará a mejorar considerablemente la salud de tu piel.
Pero no vamos a concentrarnos en su papel beneficioso para la salud, que ya tiene bastante mérito; vamos a reivindicar su valor gastronómico y las posibilidades de sabor que puede ofrecer en la cocina. Alguna vez leí que "el tofu no tiene sabor, porque es como un lienzo en blanco" y no hay nada más cierto. El tofu toma el sabor que le des, y todo depende de la creatividad que inviertas al preparar tu platillo. Hay que aprovechar que es un ingrediente sumamente versátil por su falta de sabor y por las múltiples texturas que puede adquirir.
Te contaré algunos consejos y hacks para poder dominar al tofu y que él no te domine a ti.
Reconocer los tipos de tofu para usar el adecuado
Según la cantidad de agua empleada en su preparación podemos encontrar (a grandes rasgos) dos tipos de tofu: el firme (firm) o sedoso (silken). El firme es ideal para asar, hornear o saltear. O sea, para guisados más sustanciosos. El sedoso es más común usarlo para salsas, postres o para bebidas.
Antes de cocinar, se debe de escurrir bien
El tofu está elaborado a partir de una especie de leche soja que pasa por un proceso de coagulación (muy similar al de la producción de quesos de semillas) que separa la parte líquida de la sólida, por lo que el producto suele soltar un poco de suero. En tanto, antes de preparar cualquier receta con tofu debemos escurrirlo muy bien antes de cocinarlo. Es imprescindible hacerlo para que adquiera una buena textura, para que quede crujiente y doradito, de otra manera puede terminar con una textura nada apetecible.
La mejor forma de hacerlo es colocar el tofu dentro de un colador y lo presionamos ligeramente para eliminar el exceso de suero. Si no es suficiente, se puede tomar un paño limpio o una servilleta de cocina con el cual lo vamos a envolver y le colocamos un peso ligero encima. Lo dejamos así por una hora y estará más que listo para preparar cualquier receta que desees.
Una vez que esté suficientemente seco, podremos asarlo en una plancha o sartén. El secreto es calentarla bien y colocar un par de gotas de aceite. Entonces, bajamos un poco la temperatura y añadimos las piezas de tofu. Debemos cocinarlo bien hasta que se dore muy bien por todos sus lados, lo que hará que quedé sabroso y crujiente. Una vez que esté bien dorado, podemos añadir sal y las especias de tu agrado y devolverla un par de minutos al sartén.
Así de sencillo ya se puede preparar algo delicioso con tofu. Dependiendo de cómo lo vayamos a servir podemos mezclarlo con salsa, usarlo como relleno de tacos dorados o de rollitos primavera o acompañarlo simplemente con arroz y verduras salteadas.
¿Que dices de empanizarlo? ¿O marinar?
En realidad si se puede empanizar o rebozar para obtener una corteza mucho más crujiente y dorada. Solo hay una pequeña consideración a tomar en cuenta: debemos de freír con abundante aceite y se debe servir inmediatamente después de freírlo, ya que de otra forma podría reblandecerse demasiado.
Y respecto al marinado, no es muy recomendable. Podría parecer una forma muy lógica y rápida de dotar al ingrediente de sabor, pero por su naturaleza super absorbente, no es tan buena idea marinarlo antes de cocinar -mas que en recetas concretas-, de lo contrario podríamos obtener un tofu demasiado blando y poco apetecible. Es mejor condimentar después de cocinarlo.
No te encasilles: el tofu puede ser sustituto de carne, pero sirve solo para eso
Sí, el tofu es el sustituto perfecto para cualquier proteína animal en todo platillo. Pero no hay que quedarnos con ese prejuicio: su versatilidad nos puede llevar más allá. Solo hay que observar como el tofu puede convivir perfectamente bien con ingredientes animales. ¿Por qué no se puede disfrutar de un salteado de pollo al curry con verduras y tofu? ¿O unas brochetas de langostinos con tofu? ¿O rollitos de primavera de ternera, fideos y tofu?
No hace falta ser vegano para disfrutar de este ingrediente. Es una buena forma de que los escépticos le den una oportunidad y que, una vez que estén familiarizados con él, puedan aprovechar para reducir un poco el consumo de productos animales. Sobretodo si se abusa un poquito del consumo de carne diario.
Con tofu se pueden hacer salteados y woks con verduras, arroz, quinoa, cuscús, legumbres, mijo o pasta. Se puede añadir a guisos, sopas, potajes y estofados, así como ensaladas templadas y frías. También es perfecto para preparar rellenos de sándwiches, bocadillos, fajitas, tacos, tostas o incluso canelones y lasañas. Machacado se puede usar como si fuera carne picada o cocinar a modo de revuelto, y si es blando se puede convertir en salsas, purés, batidos y postres.
Si necesitas un poco de inspiración para preparar recetas con tofu, aquí te dejo unas cuantas para que vayas inspirándote.