Con el regreso a clases llega la temporada no solo de buscar útiles escolares y uniformes, sino también la búsqueda de formas creativas y saludables para el almuerzo de los niños en la escuela. De cuando era niña, recuerdo el clásico sándwich de jamón y queso, de aguacate o de frijoles, y un tupper lleno de melón o papaya en cuadritos, sin olvidarme de la manzana y el agua de jugo de limón que llevaba en un vaso.
Quizá eran pocas las variaciones en mi almuerzo, pero no puedo negar que eran cosas sanas que realmente me gustaban. A pesar del tiempo, esas dos características siguen siendo recomendadas para darle a los niños, por lo que hoy te damos algunas ideas para darle un giro a los sándwiches para la escuela.
Sándwiches para el regreso a clases
El más socorrido de todos los sándwiches es quizá el sándwich de jamón, ya sea que elijamos el jamón de pierna o el jamón de pavo, su base es dos rebanadas de pan untadas con mayonesa o crema y tres rebanadas de jamón. Una de las formas más simples de mejorarlo es dándole precisamente más sabor al aderezo. Por ejemplo, podemos mezclar una cucharada de mayonesa con una cucharadita de hierbas aromáticas finamente picadas, como pueden ser albahaca, orégano, tomillo, romero o mejorana. Otra opción, es mezclar la mayonesa con un poco de pesto, lo que le añadirá un extra de sabor gracias al queso parmesano y al ajo con el que se prepara.
No podemos olvidarnos de los vegetales, y una forma de incluirlos en este sándwich es la de asar ligeramente unos pimientos rojos rebanados, colocarlos por encima del jamón y untar las rebanadas con un poco de salsa pesto. Si no hace mucho calor y el clima es agradable, podemos también optar por unas rebanadas de aguacate maduro, que será suficiente para olvidarnos de ponerle cualquier otro aliño.
Otra buena opción para darle más sabor a un sándwich de jamón, principalmente si es jamón de pavo, es añadiéndole un toque frutal en forma de pera finamente rebanada y como aderezo: mostaza de Dijon endulzada con miel de abeja. Otra opción, que funciona también con el jamón de pierna, es añadirle puré de camote y miel.
Si hemos elegido jamón de pierna, resulta interesante al paladar agregarle al sándwich un huevo duro en rebanadas para añadirle un extra de proteínas y nutrientes e incluso, podemos atrevernos a cocinar el jamón en una sartén ligeramente engrasada para potenciar su sabor.
Para añadirle vegetales a un sándwich de jamón de pierna, podemos también optar por una ensalada de col y zanahoria aderezada con mayonesa, vinagre de manzana y un poco de azúcar. Una ensalada que tradicionalmente sirve para acompañar el pollo frito y que a los niños les encanta. Eso si, hay que asegurarnos de que no esté muy jugosa, o de empacarla en un traste y dejar que los niños la añadan a su sándwich antes de comérsela.
Desde luego, no podemos olvidarnos de los quesos, que de entre ellos hay una gran variedad que van bien en sándwiches. Particularmente, uno de mis favoritos es un sándwich jamón de pierna con una buena capa queso crema untado en las dos rebanadas de pan. Pero también tenemos como opción el queso manchego, el queso amarillo o el quesillo oaxaqueño.
Si el queso es el principal ingrediente de nuestro sándwich, una rica y muy saludable opción es agregarle unas hojas de lechuga y unas rebanadas de jitomate, y aderezarlo con mayonesa y mostaza. Si hemos elegido un queso mozzarella o un queso Oaxaca, tenemos como opción añadirle jitomate, hojas de albahaca, aceite de oliva y si a los niños les gusta, un poco de vinagre balsámico.
Por último, no nos olvidemos de que los quesos se acompañan bien con las manzanas. Por ejemplo, podemos combinar queso Brie con una manzana Granny Smith que no es muy dulce, o el queso Cheddar con una manzana roja. Otra opción frutal realmente deliciosa, es la de utilizar peras y queso gouda.