Empieza diciembre y es imposible no pensar en la comida que serviremos en fiestas y reuniones navideñas, así como en la gran cena de Navidad. El pavo es un ingrediente bastante común en las mesas navideñas, y aunque seguramente ya tengas dominados los trucos para cocinarlo a la perfección, te compartimos algunos datos curiosos de este animal que seguramente no conocías.
Aunque no lo creas, los pavos no son unos “pollos grandes”, las dos especies se separaron hace más de 45 millones de años de evolución. Existen seis subespecies de pavo salvaje, todas nativas de América del Norte; y dos de ellas de origen mexicano. Los aztecas domesticaron a la subespecie M. gallapavo gallopavo, que era un pavo silvestre que habita en el norte y centro de México. Los españoles llevaron esos pavos a Europa, los cuales se expandieron por muchos países, incluida Inglaterra. Cuando los peregrinos llegaron a Estados Unidos y Canadá, dentro de su cargamento, traían varios de esos pavos domésticos originarios de México. El pavo ocelado, pintado o faisán, Meleagris ocellata, se puede encontrar en la península de Yucatán.
¿Cuál es la diferencia entre un pavo y una pava? Un pavo adulto pesa entre siete y diez kilogramos, en su pecho tiene unas plumas largas, que parecen barbas, que alcanzan los 18 centímetros, y tiene espolones afilados que sirven para pelear. Una pava adulta pesa alrededor de tres a cinco kilogramos, no tiene barbas ni espolones. Solamente los pavos machos adultos gorgotean, y cada pavo tiene un gorgoteo único, las pavas hacen un sonido de chasqueo o coqueo, pero nunca gorgotean.
Otra diferencia es la forma de sus excrementos: los machos producen popo en forma larga y delgada, y el popo de las hembras es pequeña y en bolitas. Esto se debe a su anatomía, la cloaca de las hembras es más grande y elástica (por ahí también salen los huevos), así que permite que el excremento se enrosque y agrupe formando bolitas.
Eso sí, ambos géneros tienen un moco o moquillo, que es un apéndice carnoso que cuelga justo por encima del pico (en los machos es más grande que en las hembras), y un zarzo, que es el trozo rojo que parece una bolsa en la parte anterior del pescuezo. Se ha demostrado que las hembras prefieren a los machos con un moco largo y que el tamaño del moco también se puede usar para predecir al ganador de una pelea entre dos machos. Los dos géneros tienen muy pocas plumas en la cabeza. Las plumas de su cuerpo pueden ser de color negro, castaño, cobrizo o blanco.
Cuando vemos a un pavo, se ve tan grande y pesado, que es casi imposible pensar que pueda volar. Los pavos silvestres pueden correr a velocidades de hasta 40 kilómetros por hora y volar tan rápido como 88 kilómetros por hora. Sin embargo, los pavos domésticos, que han sido engordados a propósito, son demasiado pesados para volar.
Actualmente, la parte más apreciada del pavo es la carne blanca de la pechuga. Por eso los pavos en cautiverio son criados para producir pechugas grandes. Debido a esto, es imposible que los pavos fertilicen los huevos de las hembras de la forma natural, así que se lleva a cabo por inseminación artificial.
¿Por qué acostumbramos comer pavo en Navidad? Existen muchas teorías, pero lo que es cierto es que el pavo es un alimento accesible y suficientemente grande para alimentar a muchas personas. Los pavos que nacen en primavera, tienen el peso correcto para las fiestas navideñas. La famosa novela de Charles Dickens, A Christmas Carol, publicada en 1843, es acreditada por popularizar el pavo para la cena de Navidad. Algunos historiadores culinarios creen que el regalo de Scrooge de un pavo navideño a la familia Cratchit ayudó a cimentar el lugar del pavo en el centro de la comida navideña.
En el idioma anglosajón, existen muchas confusiones entre la palabra inglesa que hace referencia al pavo, turkey, y el nombre en inglés de Turquía. Se cree que la similitud en el nombre tiene que ver con el recibimiento del ave en Gran Bretaña. En la década de 1500, cuando el ave llegó por primera vez a Inglaterra, la distribuían comerciantes del este, y los ingleses la llamaron “Turkey coq” (pollo de Turquía), con el paso del tiempo se acortó a turkey. En México, el pavo recibe el nombre de guajolote, totol, jolote, pípila, cocono y gallina de Indias.