Luego de un análisis a 44 marcas de jamón, Profeco descubre falsos jamones, detecta 11 productos de distintas marcas con algún tipo de incumplimiento y muestra de qué está hecho el jamón.
El estudio del Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor analizó 44 marcas de jamones con clasificaciones extrafino, fino, preferente, comercial y económico, y descubrió que en México se comercializan alimentos que incumplen el porcentaje de carne que anuncian, unos contienen menos producto y otras omiten información o están fuera de las normas. Los resultados del análisis fueron publicados en el número 522 de la Revista del Consumidor correspondiente al presente mes de agosto.
Entre los datos que se estudiaron, entre el 24 de marzo y el 10 de junio del presente año, fueron, la calidad sanitaria, calorías, carbohidratos, fécula, grasa, humedad, proteína, sodio y tipo de carne; de los cuales, las principales conclusiones del estudio fueron las siguientes:
Tienen etiquetado incorrecto
- Las marcas Bafar, jamón de pavo 400 g; y Duby, jamón cocido de pavo 500 g, tienen 4.7% y 4.6% menos producto, respectivamente, por lo que ambas marcas no cumplen con el contenido que anuncian.
- Galy, jamón cocido de cerdo y pavo a granel, incumple el porcentaje mínimo de cerdo que debe tener, ya que contiene 51.5% y debe tener mínimo de 55%; mientras que la marca Parma, jamón de pierna york 200 g, no indica en etiqueta la clasificación comercial.
- De acuerdo a su formulación, Sparta Cocido, jamón de pavo y cerdo de 1 kg, no debería usar la denominación jamón, puesto que contiene pollo, que no declara en ingredientes. Al requerirlo, el fabricante mostró cambio en la formulación y nueva etiqueta del producto.
- Duby 500 g se denomina jamón cocido de pavo, pero la totalidad de la carne utilizada no corresponde a muslo de pavo, como lo exige la Norma Oficial Mexicana-158-SCFI-2003 Jamón-Denominación y clasificación comercial, especificaciones fisicoquímicas, microbiológicas, organolépticas, información comercial y métodos de prueba.
- Lala Plenía, jamón virginia de pavo 250 g, no indica en etiqueta el porcentaje de proteína de soya adicionada. (El fabricante mostró el cambio de etiqueta para corregir la omisión del porcentaje de soya).
Jamones que están fuera de la norma:
- Parma Campestre, Jamón de pierna 250 g se ostenta como fino, pero contiene fécula que, de acuerdo a esa clasificación, no debe tener. (El fabricante mostró el cambio de etiqueta para que corresponda a la categoría preferente).
- Cuadritos, jamón virginia de pavo a granel no cumple el porcentaje de proteína libre de grasa, de acuerdo a la clasificación preferente que ostenta.
- Parma Sabori, jamón virginia de pavo 250 g no cumple con el 25% de reducción de sodio para ostentarse como reducido en sodio.
- San Rafael, jamón real pierna 300 g contiene almidón que no declara en sus ingredientes.
Recomendaciones para los consumidores:
- Leer el etiquetado, ya que puede haber algunos ingredientes que se consideren alérgenos para algunas personas como gluten, leche o soya.
- Comparar productos, pues en el mercado hay otros embutidos cuyas características a simple vista pueden ser similares a un jamón, pero que no se denominan como tal.
- Para cuidar tu salud, hay que leer la información en la etiqueta y elegir los que no excedan niveles recomendados.
- Mantener el producto siempre en refrigeración.
- Comparar los productos antes de comprarlos, ya que, 100 g de jamón fino, por ejemplo, puede costar incluso lo mismo que una cantidad igual de jamón extrafino, de acuerdo con la marca.
- Hay que tener en cuenta que, según el grado de calidad, se emplean también otros ingredientes, además de las materias primas cárnicas que sean más baratas.
- Algunas marcas incorporan ingredientes no cárnicos cuyo objetivo es sustituir una parte de la carne con un aporte proteico y funcional (soya), mientras que hay otros ingredientes como los almidones o las féculas de papa, maíz o chícharo; así como la carragenina, que se utiliza para aumentar la capacidad de retención de agua.
Para cuidar nuestra salud, hay que estar alerta de lo que consumimos, en esta ocasión, afortunadamente Profeco muestra de qué está hecho el jamón y comparte los resultados de su análisis, donde descubre falsos jamones.
Fuente | Profeco |
Imagen | Photoroyalty | Reinhard Thrainer | Photography Toporowski |