Pocos territorios tienen la fortuna de contar con un despliegue de paisajes tan bastos como los que existen en Chile, una región que es morada de valles, volcanes, desiertos, campos y viñedos. Allí, en ese pedazo de tierra ubicada en el extremo Sur del continente Americano y a lo largo de 4 mil 300 kilómetros cuadrados, nacen productos e ingredientes endémicos que son capaces de despertar —a conciencia— hasta el más exigente de nuestros sentidos. Basta con descorchar una botella de vino y dejar que el aroma y sabor, nos trasladen oníricamente hacia aquellos rincones fértiles de esta región en específico.
Ya lo confirmaba Pablo Neruda en El gran mantel, uno de sus tantos poemas y escritos que concibió por el mismo gusto de sentirse extasiado por el epicúreo poder de la comida, que es al mismo tiempo una oda al placer:
"En la hora azul del almuerzo, la hora infinita del asado, el poeta deja su lira, toma el cuchillo, el tenedor y pone su vaso en la mesa, y los pescadores acuden al breve mar de la sopera".
Vides australes
Más allá del acto poético que implica el comer, la gastronomía de Chile rinde culto a los ingredientes regionales que provienen de sus impresionantes ecosistemas: podemos degustar, por ejemplo, las vides de dos terruños chilenos que se concentran en algunos caldos emblemáticos como el Carmenere de Vicusorbis, que se hace en la región del Valle de Curicó, o el vino de mesa Twins de Montes, con denominación de origen en el valle de Colchagua, y dejarse atrapar por el hechizo de esta tierra de vinos, tierra que nos introduce sorbito a sorbito en la cultura enológica y los más de mil 500 kilómetros que conforman los viñedos chilenos.
Productos del mar
Chile es una región que cuenta con una amplia variedad de frutos del mar gracias a la afortunada geografía en la que se ubica el territorio chileno. En el extenso mar que se hermana con el Océano Pacífico, se producen grandes cantidades de insumos marinos dedicados a enaltecer los platillos de los miles de restaurantes y mercados de México y el mundo. Es por eso, que Chile se coloca como una de las principales industrias de productos del mar, en donde destaca en mayor medida la producción de salmón, mejillones y de peces como el jurel y la merluza austral, siendo el salmón chileno uno de los más reconocidos al ser exportado a más de 100 mercados a nivel global y el segundo proveedor más importante de productos del mar para México.
#UnboxingChile: íntimos degustamientos para disfrutar
Si bien Chile es tierra de vinos y de productos del mar, poco a poco se ha consolidado como una región en la que se produce aceite de oliva de gran calidad. Aunque la industria del aceite de oliva en Chile es relativamente nueva, (cuenta con solo 23 años de vida) el suelo tiene las condiciones minerales apropiadas, muy similares a las de la cuenca del Mediterráneo, mismas que hacen del país andino, una región apta para sembrar olivo.
Poesía y belleza se mezclan en una interminable fiesta de sabores, olores y colores, a través de los ingredientes que encontramos en este lugar, desde los tomates, frutos secos, pescados, manzanas, centollas, alcachofas y cebollas, hasta las empanadas, ciruelas, papas fritas y por supuesto, el delicioso cabrito austral y que puedes degustar en México.
En Directo al Paladar México también puedes leer| Vendimias en México: la 'pisa de uvas' como acto simbólico y festivo que celebra cosecha y elaboración del vino y que puedes disfrutar en este viñedo en Querétaro| Rodolfo Castellanos: de rituales, origen y pasión por la cocina oaxaqueña|