¿Sabías que el plástico tardará en desaparecer aproximadamente 500 años? Ante esta problemática, investigadoras del departamento de Alimentos y Biotecnología de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México, se dieron a la tarea de desarrollar un método que sea capaz de disminuir los años que tarde este residuo de petróleo en descomponerse. ¡Te contamos!
¿Qué son los plásticos?
Son materiales poliméricos compuestos de moléculas de alto peso molecular cuyo ingrediente principal es la molécula de carbono, además de contener silicatos, nitrógeno, hidrógeno, oxígeno y cloro.
¿Cómo funciona este método?
Las investigadoras Amalia Farrés González Sarabia y Carolina Peña Montes trabajan con la degradación de residuos plásticos aplicando tecnología amigable con el medio ambiente y contribuyendo con la economía circular, regresando a la naturaleza las moléculas que conforman los productos para ser reutilizados.
Lo que las investigadores lograron, fue aislar los genes del hongo Aspergillus nidulans (que se trata de un microorganismo fitopatógeno que es frecuente encontrarlo en frutas y suelos). Este microorganismo sirve para producir la enzima "cutinasa" que penetra la cutícula de las plantas.
Después de aislar estos genes, se introducen en la levadura Pichia pastoris (organismo utilizado para producir proteínas recombinantes) con la finalidad de generar cutinasa en mayores cantidades y de esta manera probar su actividad en la degradación de plásticos.
Estas enzimas hacen reacciones químicas a temperatura ambiente, incluso en condiciones más suaves que otros métodos de tratamiento del plástico, como el térmico o el químico, por lo que el proceso no es contaminante, es económico y sustentable.
Lo que se debe de saber:
Que este método solamente funciona en plásticos que tienen en su composición química enlaces éster como lo son el tereftalato de polietileno o pet, el ácido poliláctico y la policaprolactona.
Para que el proceso de descomposición del plástico ocurra, éstos primero tienen que ser tratados térmica o químicamente, o por molienda. Después en un medio acuoso se pone en contacto con la enzima que rompe los enlaces éster del polímero.
Para finalizar se tiene que aplicar un proceso de precipitación química y extracción líquido-líquido para recuperar únicamente los monómeros.