¿En cuántas ocasiones nos han sobrado insumos frescos que no podemos utilizar en ese momento porque una cantidad de más arruinaría nuestra receta? ¿Qué hacemos con lo que sobra? Desperdiciarlo es una opción social y humanitariamente inaceptable, por eso, te damos unos prácticos consejos para que tengas conservas saludables en tu propio hogar y así perduren esos alimentos mucho más tiempo.
Las conservas son una técnica eficaz para prolongar la vida útil del producto y evitar la proliferación de bacterias y enzimas que lo degradan. Estos procedimientos se utilizan desde épocas antiguas y con el paso del tiempo, se han ido mejorando y adaptando a las costumbres y necesidades de hoy.
¿Qué materiales se pueden utilizar?
- Frascos de cristal previamente esterilizados.
- Coladores
- Rejillas
- Cazos de acero inoxidable o aluminio
- Coladores
Tipos de conservas
1.- Escabeche: Se trata de un método de conservación de alimentos en vinagre. Existen muchas maneras de prepararlo pero la forma clásica utiliza: dos partes de aceite, una de vino blanco, una de vinagre y a esto se le agregan especias como laurel, dientes de ajo, una pizca de sal, una pizca de azúcar y un poco de pimienta en grano. Este método llegó a México en la época de la Conquista y se originó en España, país donde fue perfeccionado.
En México se conservan con frecuencia en escabeche las manitas y las patas de cerdo, los chiles jalapeños o serranos y se preparan numerosos platillos como el salpicón, el pavo en escabeche típico de la península de Yucatán o el barrilete oaxaqueño.
2.- Mermelada: Seguramente la hemos consumido o comprado en el supermercado, pero la puedes hacer en tu hogar de manera rápida y sencilla. Se trata de un método de conservación que utiliza frutas cortadas en trozos (o enteras), maceradas en azúcar durante 24 horas y cocidas en ésta hasta que adquiere una consistencia de melaza o de puré.
Porciones: Simplemente utiliza 1 kilogramo de azúcar por 1 kilogramo de fruta.
En México encontramos gran variedad de mermeladas, incluso de frutas y verduras típicas como el xoconostle, el nopal o la pitaya.
3.- Almíbar: De orígen árabe (significa néctar de membrillo), esta preparación consiste en dejar al fuego por varias horas, una mezcla de azúcar (o piloncillo como se prepara en México, agua y especias como canela, hasta reducirla a jarabe. Es común preparar duraznos, higos y mangos en almíbar.
4.- Frutas confitadas: El ingrediente básico de este método de conservación es el azúcar y se utiliza mucho para confitar papaya, zanahoria, nabo, manzana y melón entre otras.
Modo de preparación:
- Se selecciona la fruta o la verdura en buen estado (pulposa y de buen peso).
- Se lava, se corta en cubos y se coloca en recipientes con agua y sal (a esta mezcla se le conoce como salmuera) Recuerda esta porción: 1 kg de salmuera por un kilogramo de fruta.
- Se confita, es decir, debes de mantener los trozos de fruta, verdura o cáscaras en un recipiente con jarabe durante 6 a 8 días, tomando en cuenta que cada día debes ir agregando jarabe y azúcar.
- Se deja secar en una bandeja (antes de esto, tienes que disminuir el porcentaje de agua del insumo hasta un 25%, es decir lo deshidratas), se envasa y se almacena.
5.- Deshidratación: Este método de conserva consiste en disminuir el porcentaje de agua del insumo, hasta en un 25% exponiéndolo al aire y al sol, siendo necesario que circule aire por debajo de las frutas, verduras, hongos o hierbas aromáticas a deshidratar. Utiliza una rejilla para colocar el insumo y en el exterior muévelo de vez en cuando.
Otra forma de deshidratar las frutas o las verduras, es introduciéndolas en un horno convencional a una temperatura de 55 a 70 grados. Una vez que los tienes listos puedes utilizarlos en una gran cantidad de preparaciones.
Ahora que conoces los cinco métodos de conserva más aplicados en la gastronomía ¡atrévete a probarlos! desde la comodidad de tu hogar.
Fuentes: G. Colditz, Frutas confitadas, cómo escarcharlas y ponerlas en conserva, Ed. Omega. McGee, Harold. La cocina y los alimentos, 2007. Ed. Debate.