El Festival Cerveceros de México es un espacio gastronómico y cervecero, que se realizó este año por segunda ocasión. Se llevó a cabo el sábado 18 y el domingo 19 de abril en el Deportivo Lomas Altas, en el Distrito Federal. No soy muy cervecera, así que fui acompañada de dos personas que les gusta la cerveza artesanal. Sinceramente, a mí me llamo más la atención la parte de la comida, que se ofrecía en la gran variedad de food trucks.
Fue un evento familiar, al aire libre, donde el objetivo era probar diferentes tipos de cervezas y acompañarlas de buena comida. Había mesas de madera, aunque mucha gente prefería estar sentada en el pasto, y en el centro había una zona donde se daban pláticas, ya sea de diferentes estilos de cerveza y su maridaje recomendado, así como la forma correcta para servir un buen vaso de cerveza. En la zona infantil, además de juegos inflables para los más pequeños, había un pabellón con información sobre el proceso de elaboración de la cerveza, así como algunos datos sobre los beneficios a la salud de esta milenaria bebida.
Participaron 14 cervecerías, 12 de las cuales producen cervezas artesanales, las otras dos son las dueñas de las marcas dominantes del mercado cervecero de México, Grupo Modelo y Cuauhtémoc-Moctezuma. Entre las artesanales encontramos a Beer Factory, Bocanegra, Calavera, Cinco de Mayo, Josefa, La Caminera, La Patrona, Minerva, Nevado, Primus y Tepozteca.
Se podían degustar varios estilos de cerveza: Weissbier, Stout, Blond Ale, Pale Ale, India Pale Ale, Porter, Viena, entre otras. Cada cerveza tenía un costo de 25 o de 40 pesos; algo que me pareció curioso es que no había degustaciones de cerveza, solamente podías pedir vasos completos. Algo que se agradece en este tipo de eventos, es que por todos lados había garrafones de agua para que te sirvieras al gusto.
Ahora hablemos un poco de la comida. Yo comí en mEATless, especialistas en hamburguesas vegetarianas, la hamburguesa alemana que consiste en un portobello bañado en una crema de queso azul, manzana caramelizada y un aderezo de frutos rojos. ¡Súper rica! Mis acompañantes quedaron encantados con las hamburguesas dobles de Burger Lab, un food truck que se caracteriza por utilizar carne wagyu, libre de hormonas y de aditivos, y que puedes escoger de acuerdo al marmoleo.
Sin embargo la comedera no paro ahí. El ambiente y el lugar invitaban a quedarse un poco más, y entre cerveza y cerveza, se colaron más platillos. Probamos las almejas rasuradas y el aguachile rojo de Barra Vieja. Para finalizar, probamos un sándwich de pretzel relleno con helado de cardamomo, de Knot & Loop. Aunque había una zona especial para postres, para mi gusto las opciones eran pocas. Estaban los dulces Tlatoani que tienen unas galletas de arroz y trigo, tipo cereal, rellenas de chocavellana que son buenísimas. Y los especialistas en chocolate, Le Caméleon, venden unas paletas de chocolate que las sumerges en leche caliente y tienes un rico chocolate caliente sabor chai o moka.
En general fue una buena experiencia asistir a esta edición del Festival Cervecero. Se disfrutó un ambiente relajado y agradable. Sin embargo, lo anunciaron como el evento cervecero más grande de México, y considero que existen otros eventos donde se pueden degustar muchos más tipos de cervezas, de una gran variedad de cervecerías artesanales mexicanas. Aunque no existe un número exacto, se estima que existen más de 100 cervecerías artesanales en México, y aquí solamente asistieron 12.
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