Las ofrendas de Día de Muertos en México siempre están llenas de color, aroma y mucho sabor. En este Paseo por la Gastronomía de la Red los llevaré por un recorrido a través de los dulces de Día de Muertos, esos que hacían el deleite de nuestros seres queridos, y que tienen mejor sabor después de que los espíritus les han dado un suspiro.
El dulce más tradicional de las ofrendas son las calaveritas de azúcar, aunque también las encontramos de amaranto y de chocolate. Tradicionalmente, van decoradas con colores vivos y deben llevar el nombre de nuestros difuntos.
Entre los postres más elaborados en estas fechas, están la calabaza en dulce de piloncillo, el delicioso almendrado de calabaza de sabor delicado y textura suave y los tejocotes en almíbar, fruto que empieza su temporada, y que podemos disfrutar durante el día de muertos, las posadas y la Navidad.
Otros dulces que destacan en las ofrendas para los niños difuntos, que tradicionalmente se colocan al medio día del 31 de octubre, son el rollo de guayaba con cajeta y nuez, el jamoncillo de piñon que ya pocos preparan y es ¡una delicia!, el clásico jamoncillo de leche y como se trata de cumplirle el gusto a las ánimas, unas empanadas de cajeta.
Con este Paseo por la Gastronomía de la Red con dulces de Día de Muertos estamos listos para poner las ofrendas y rescatar nuestras tradiciones, que hoy en día muchos niños desconocen sin saber de lo que se pierden.
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