Hace unos días sentados a la mesa con mi familia, platicábamos que cuando éramos niños la dulcera podía pasar meses llena y sin ser tocada, a pesar de tenerla muy a la mano. Pero eso no se debía a que no nos gustara lo dulce ¿a qué niño no?, sino a que en casa mi madre siempre tenía algo con que satisfacer ese antojo: ya fueran frutas frescas o preparadas en dulce, frutos secos, gelatinas y una larga variedad de postres caseros y sencillos que hacían nuestra delicia.
Dado que la próxima semana se celebra el Día del Niño, he decidido recordar una de esas tentaciones de infancia, se trata de un delicioso pan francés con costra de coco que estoy segura le encantará a los consentidos de la casa.
Ingredientes para 4 personas
- 1 baguette mediano, 2 huevos, 1/2 taza de leche, una cucharadita de vainilla, 1 taza de coco rallado, 2 cucharadas de mantequilla y fresas para decorar.
Cómo hacer pan francés con costra de coco
Preparar este pan francés con costra de coco es muy sencillo. En primer lugar, mezclaremos en un tazón los huevos, la leche y la vainilla, y batiremos con un globo hasta que queden bien integrados. Después, cortaremos el pan diagonalmente, en rebanadas de un centímetro de grosor. Colocamos en un plato extendido el coco rallado.
A continuación, calentaremos una sartén a fuego bajo y derretiremos en el parte de la mantequilla. En seguida, pasamos una a una las rebanadas de pan por el huevo, procurando cubrir por ambos lados sin sumergirlos por mucho tiempo, pues de lo contrario se ablandará demasiado.
Al sacar de la mezcla de huevo y leche, escurrimos bien y colocamos la rebanada sobre el coco rallado, presionamos un poco y volteamos. Inmediatamente después, lo colocamos en la sartén caliente y esperamos a que dore antes de voltearlo. Necesario hacer este paso a fuego muy bajo, pues es muy fácil quemar el coco. Repetimos hasta terminar con las rebanadas de pan.
Degustación
Aunque no hemos añadido ni una pizca de azúcar, este pan francés con costra de coco tiene un delicado sabor dulce. Para servirlo, lo mejor es hacerlo recién salido de la sartén, acompañado con las fresas rebanadas y un vaso de leche fría, si es para los niños. Los adultos, podemos degustarlo con una taza de café humeante.