Una de las razones por las que la comida rápida, los alimentos enlatados y las aplicaciones de delivery han tenido un gran boom en los últimos años, es la velocidad con la que se vive y la búsqueda de la inmediatez para ahorrarnos tiempo y trabajo a la hora de buscar llenar nuestras necesidades alimenticias.
Sin embargo, mas de una vez hemos escuchado que los alimentos procesados en especial los enlatados, no son del todo convenientes para nuestra salud, pero la verdad no sabemos el por qué, es por eso que en este artículo te explicaremos un poco del como se hacen los enlatados y que sucede con ellos para que tú decidas.
De acuerdo con la Dra. María de los Ángeles Valdivia del Departamento de Alimentos y Biotecnología de la Facultad de Química de la UNAM, existe una larga lista de mitos respecto a si son buenos o malos los alimentos enlatados, ya sea por el material con el que está hecha la lata o por si contienen químicos que cambian las propiedades nutricionales de los comestibles pero estos solo se quedan en eso, mitos.
La experta explica que el proceso de enlatado ha sido amplia y exhaustivamente estudiado desde hace muchas décadas y se ha podido establecer que este no afecta de manera apreciable la calidad nutricional de los alimentos.
También en su artículo publicado por la fundación de dicha universidad comenta que existe suficiente información para que el procesador de comestibles establezca condiciones óptimas para garantizar que el producto es estéril y que por otro lado se pueda maximizar la retención de los macro y micronutrimentos en los alimentos enlatados.
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Mitos y realidades
Contienen conservadores dañinos para el organismo
Debido al proceso de pasteurización en el cual les aplican altas temperaturas perfectamente controladas para eliminar todo microorganismo, los enlatados no necesitan conservadores químicos; en algunos casos sólo se añaden ciertos condimentos, como vinagre, aceite y especias para acentuar su sabor.
Son altos en sodio.
Anteriormente se utilizaba la sal como conservante principal, sin embargo, los enlatados en la actualidad incluyen mínima cantidad de sal para que puedan ser consumidos sin riesgo por personas con problemas de salud.
No son frescos.
Gracias al proceso a que se someten los alimentos al momento de enlatarlos este ayuda a mantener los alimentos bien conservados, si bien no son técnicamente frescos al momento de abrirlos estos para su procesamientos cumplen con normas de calidad estrictas que incluyen la frescura de los insumos.
Saben a lata
Esta comprobado que estos comestibles no adquieren sabor metálico, aun al dejarlos en su envase original después de abiertos; además de que el interior de la mayoría de los enlatados se barniza con laca cuya función es evitar la reacción química entre el alimento y el recipiente.
Tienen plomo
En México, a instancias de la Cámara Nacional de Fabricantes de Envases Metálicos, Canafem, se logró que todas las plantas empacadoras utilizaran soldadura eléctrica en sustitución de la que se hacía a base de dicho metal, la cual anteriormente sí podía contaminarlos y causar intoxicación a los consumidores.
No son nutritivos
Según los expertos contrario a lo que se cree, los productos enlatados contienen las mismas cantidades de calorías, vitaminas, minerales, proteínas y carbohidratos que los alimentos frescos y/o congelados.
Foto de portada | Julia M Cameron |
