Con esta Guía con los siete trucos de cocina para cocinar el mejor pavo para Navidad o Día de Acción de Gracias, te ahorrarás mucho trabajo al hornear tu pavo de Navidad, además de tiempo y esfuerzo y sobre todo, aprenderás algunos trucos de cocina que te dejarán con la boca abierta, esto para obtener un mejor sazón y sabor y desde luego, evitar errores al cocinar. Acompáñame en esta aventura cocinera.
Una salmuera (mezcla de agua y sal) para hacer la carne de pavo más tierna y jugosa
El consejo principal que tienes que saber para cuando vayas a preparar un pavo, es que la carne de pavo, antes de cocinarse u hornearse, tiene que estar marinada en sal o tratarse con una mezcla de agua salada; también puedes agregar condimentos a la carne, esto ayudará a descomponer las proteínas para hacerla mucho más tierna y jugosa.
"Para un interior agradable y jugoso, recomiendo dejar el pavo en salmuera (agua y sal) durante un mínimo de 12 horas antes de hornear, freír, asar en una sartén, sea cual sea el método que elijas", me explica el chef Pablo Carrera de Catamundi.
Por otro lado, entre más tiempo se deje la carne de pavo en salmuera, mucho mejor: puede ser de 24 a 48 horas.
Consejo práctico: A la salmuera puedes agregarle algunos condimentos que te gusten como romero o hierbas de olor. En mi caso le agrego sal, salsa de soya, cítricos, algunas hierbas, agua y un poco de vino tinto o blanco. Solo usa tu imaginación y vierte todas las cosas que te gusta comer en una bolsa de basura grande y luego mete el pavo allí y déjalo marinarse por un día.
Quitarle la espina para una mejor cocción y sabor
Un pavo sin la espina no se verá tan llamativo en la mesa de la cena tradicional de Navidad, pero de esta forma puedes agregar toneladas de sabor a la carne y además será una gran forma de ahorrar tiempo.
Cuando esparces el pavo, permites que el ave se "acueste" por completo en la bandeja o sartén y así se puede cocinar a una temperatura más baja y lenta. Esto ayudará a que la carne quede mucho más suave y jugosa, incluyendo las partes que por naturaleza son secas, como la pechuga de pavo.
Consejo práctico: guarda el lomo para hacer un caldo de pavo al que le puedes añadir romero y hierbas de olor y luego, pon el ave en una gran bandeja para asar y coloca un paño tejido húmedo sobre él durante las primeras dos a cuatro horas de cocción.
Una vez que hayan pasado esas horas de cocción, quita el paño y enciende el horno para que la piel quede realmente crujiente al final y la consistencia sea suave por dentro.
Trocear el pavo para añadir mucho más sabor a cada pieza
Una buena práctica para preparar un pavo, es quitar las piernas y los muslos, y "curarlas" con sal, azúcar, romero, tomillo y ajo antes de cocinarlos lentamente en grasa de pato (y si no consigues grasa de pato, puedes hacerlo en aceite de oliva).
Aunque este truco parezca mucho trabajo, el resultado final habrá valido la pena y te aseguro que no te arrepentirás. Puedes hacerlo con uno o dos días de anticipación a la cena de Navidad.
Consejo práctico: pon en salmuera y asa la pechuga de pavo por separado, y recalienta los muslos y piernas en el horno, colocándolos con la piel hacia abajo en la bandeja para asar para "dorar la piel".
Así tendrás unas piernas y muslos deliciosos perfectamente cocidos, y una pechuga de pavo perfectamente cocida.
También se vale freír el pavo... si no quieres usar el horno
Aquí puedes dejar de lado por completo la tradición de hornear el pavo y freírlo.
Conviene saber que el pavo puede secarse demasiado dependiendo de cómo se cocine. Cuando fríes pavo, se mantiene súper húmedo y la piel está deliciosamente crujiente, además es mucho más rápido que asar.
Cómo freír el pavo...
Primero seca el pavo al aire frío durante uno o dos días en el refrigerador antes de cocinarlo para obtener una piel agradable y crujiente.
Luego fríe el pavo a una temperatura relativamente baja (que dependerá del tamaño del ave) y déjalo en el aceite durante unos 35 minutos.
Consejo práctico: puedes comprar una olla para freír pavo en línea, y muchos expertos recomiendan que lo hagas al aire libre por razones de seguridad.
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Ahumar el pavo (otra forma de cocinarlo)
Si tienes el equipo, también puedes poner tu pavo en un ahumador, esta será otra forma de cambiar la clásica receta y convertirla en una carne ahumada con un sabor delicioso. Si decides ahumar el pavo, se recomienda mantener la temperatura baja, alrededor de 225 a 250 grados Fahrenheit (107-115 grados C).
Eso sí, asegúrate de sacar el pavo siempre que la piel haya oscurecido un poco, más o menos a 160 grados, ir mucho más lejos es demasiado.
Consejo práctico: deja reposar el pavo durante al menos media hora a 45 minutos antes de cortarlo. Si lo quitas directamente del ahumador, perderás líquido y no será tan delicioso y jugoso como podría ser. Dejar descansar la carne es primordial, especialmente si cocinas demasiado el pavo. Permite que se enfríe y que los jugos se distribuyan por todo el pavo.
Asar el pavo en el horno
Si decides asar tu pavo en el horno, intenta cocinarlo al revés. Este es un truco de cocina que no muchos practican, pero que puede darle un giro delicioso a la receta.
"Accidentalmente lo asé al revés y me di cuenta de que estaba al 75%. Le di la vuelta y lo terminé con un poco de calor fuerte para que la piel se coloreara y estuviera crujiente, ¡y fue el pavo de Navidad más húmedo que he comido!", explica a Directo al Paladar la chef Fer Prado.
Al asar el pavo boca abajo, todos los jugos se mueven hacia la pechuga de pavo, que es la parte más seca del ave. Entonces, durante ese último 25% de cocción final, la pechuga de pavo se mantuvo húmeda en lugar de secarse, que es lo que usualmente más se odio del pavo.
Consejo práctico: asar el pavo al revés durante al menos la mitad del tiempo de cocción para permitir que "la salmuera y los jugos se hundan por completo en la pechuga".
Si vas a cortar solo la pechuga de pavo...
Cuando estés tallando la pechuga de pavo, corta a lo largo de la espoleta (es decir, el hueso que se encuentra entre el cuello y el pecho del pavo) y luego debajo de la pechuga, para que puedas quitar toda la pechuga de una sola vez. Córtalo por separado en lugar de cortarlo en el ave.
Consejo práctico: Al cortar el pavo de esta manera, cada rebanada de pechuga tendrá algo de piel, que, de acuerdo a los expertos, "siempre es la mejor parte".
Y no puedes equivocarte con un poco de mantequilla extra...
Siempre que cortes el pavo, derrite un cuarto de mantequilla y un poco de sal marina y úntalas en el pavo para que se humedezca, luego espolvorea un poco de sal y harás que el pavo sepa mucho más agradable.
Nunca olvides el poder de agregar una deliciosa salsa o caldo...
Compra huesos de pollo adicionales para hacer que tu caldo casero sea súper rico, y también agrega hierbas como tomillo fresco y salvia.
Hay que utilizar la mayor cantidad posible de grasa y grasa extra, y agregar mantequilla extra nunca está demás, ya que los jugos que se sueltan cuando se está en la etapa de tostado del ave, son la parte más importante para que el caldo quede delicioso.
Consejo práctico: compra un paquete adicional de alitas de pavo para ayudar a preparar tu caldo casero, junto con la espina dorsal de tu pavo. Así tendrás más caldo y muchísimo más sabor.
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