La reconocida chef francesa Dominique Crenn, quien a cada paso que da marca tendencia, gracias a su exquisita visión y acertado gusto dentro de la gastronomía internacional, no quiere que vuelva la ‘normalidad’, al pasar la contingencia por el Covid 19, desea que la industria ‘revolucione’.
La resiliencia ha sido parte de ella. El año pasado mostró su lado más frágil y fuerte a la vez, al compartir su proceso de tratamiento frente al cáncer de mama. Mientras que, en los años recientes vio arder a su estado adoptivo, California, el cual fue azotado por incendios forestales que consumieron hogares, bosques, viñedos y granjas.
Por lo que sabe bien cómo levantarse de una crisis, ya sea personal, regional o mundial. Simplemente haciendo lo que para ella es su misión principal: “Comprometerse con la humanidad”, como lo declaró para la publicación Food & Wine, donde narró su experiencia ante la crisis por la pandemia del coronavirus Covid 19:
"El 15 de marzo, estaba sentada en la oficina con mi colega, y lo primero que dije fue: ‘Bien, estamos cerrando todos los restaurantes, y estamos haciendo comida para la gente, porque así es como vamos a hacerlo. Nos adaptaremos’”.
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La adaptación ante el cambio
Para permanecer en el negocio, Crenn necesitaba orquestar un plan sustancial; sucedió de repente. En cuestión de horas, había cambiado del servicio de comedor a kits de comida: Comida para llevar. Además, su equipo y ella comenzaron a alimentar a los trabajadores de la salud en la primera línea de la pandemia.
"Ha sido una experiencia increíble y humilde poder estar a su servicio (…) Lo que sé es que Estados Unidos es un país increíble, para mí Estados Unidos es gente que se une para ayudarse mutuamente".
La activista ha sido parte del apoyo de Lexus a los chefs, y como embajadora de la marca, ha colaborado en este movimiento que fondea apoyo para los trabajadores de la gastronomía, para continuar enviando comidas a los hospitales locales.
La crisis del Covid 19
Crenn dice que tenía empleadas a 70 personas; de las cuales quedaron 20 cuando cerraron sus restaurantes. Está preocupada por el futuro de este tipo de establecimientos y sus trabajadores. Es por eso que ha pedido repetidamente al gobierno que intensifique la ayuda para salvar a los restaurantes independientes de la extinción.
“No sé si podrá volver a abrir ’The mom and pops’, donde hacen pizzas y tacos, en la calle de abajo”.
Con la autoridad que le concede el haber levantado el Atelier Crenn -de San Francisco- con tres estrellas Michelin; y sus retoños Bar Crenn y Petit Crenn, muestra el camino para que este gremio se reinvente:
"Piensa en tu comunidad. Comprende de dónde viene tu comida (…) Ve al mercado de agricultores y conéctate con ellos, comienza a comprarles. Si hacemos eso, si tenemos una gran demanda de productos producidos por la comunidad, la demanda puede ser más alta, el precio puede bajar, y nosotros podemos apoyar a las personas que nos rodean".
Crenn espera que salgamos mejor al otro lado de esto: "Seamos más amables. Seamos más conscientes. Seamos más serviciales (…) Eso es lo que espero que suceda". Mientras que, también espera que el gobierno apoye en cuanto a prórrogas para pagos, cuestiones fiscales y de alquiler.
Por otra parte, la francesa resiliente visualiza el mundo pospandémico: El Atelier Crenn seguirá siendo un restaurante de alta cocina; Bar Crenn será un espacio para eventos privados, y Petit Crenn pasará de restaurante en restaurante, vendiendo productos finos como aceite de oliva, mermelada, té y queso, con pequeñas degustaciones y eventos para fiestas privadas.
"Quizás una vez al mes, cuatro personas a la vez, cocinaremos la cena", dijo Crenn. "Sería, literalmente, de la granja a la mesa - con productos de la granja-. Voy a estar en la parrilla frente al cliente, sirviendo su comida (…) Estamos tratando de estar seguros, pero también de ser más creativos y encontrar nuevas formas de hacer las cosas", finalizó.
Fuente: Food & Wine