Tenemos muchas recetas y formas distintas de preparar pollo, pero muchas personas estarán de acuerdo conmigo al decir que a veces "menos es más". No tenemos que hacer un guisado super elaborado para disfrutar de una comida deliciosa y reconfortante. Esta receta de pollo guisado con verduras no solo es deliciosa y muy sencilla, sino que también te hará recordar esas tardes de visita en casa de la abuela.
Lo mejor de este tipo de recetas es que, además de ser relativamente económicas, son muy sencillas y rendidoras. Apenas y tendrás que "prestarle atención" a la olla durante los primeros 20 minutos de la preparación, y durante el resto del tiempo podrás enfocarte en el resto de tus pendientes.
Sin más, les compartimos esta receta de pollo guisado con verduras, ideal para cuando nos apetece comer algo casero y hogareño, un poco de pollo con carne jugosa y blandita que se deshace en cada bocado y que le va a encantar a toda la familia.
- Tomamos nuestras piezas de pollo y las salpimentamos. Tomamos una cazuela u olla alta y echamos un chorrito de aceite de oliva, lo dejamos calentar a fuego fuerte. Una vez que esté caliente, doramos nuestros muslos y los sellamos por todas sus caras.
Una vez que se haya dorado ligeramente, lo retiramos y bajamos el fuego. Con ese mismo aceite sofreímos la cebolla, las papas y las zanahorias (todos en cubos) con los dientes de ajo. Salpimentamos y dejamos cocinar por unos 5 minutos a fuego bajo, sin dejar de remover de vez en cuando.
Una vez que nuestros vegetales se hayan cocinado ligeramente, añadimos el puré de jitomate y las hojas de laurel. Mezclamos para que se incorporen bien y cocinamos por unos 10 minutos más.
Cuando el jitomate haya reducido, añadimos el medio vaso de vino blanco y dejamos cocinar por tres minutos más.
Regresamos el pollo a nuestra preparación y mezclamos bien para que integre todos los sabores del caldillo. Cubrimos con un litro de caldo de pollo (aunque si no tienes, también puedes utilizar simplemente agua). Dejamos cocinar a fuego medio durante 25 minutos más, hasta que el pollo esté tierno y haya absorbido todos los sabores.
Servimos, junto con una abundante ración de verduras cocidas ¡y a disfrutar!. Recomendamos acompañarlo con un poco del típico arroz rojo que encontramos en todas las casas mexicanas.