La leche de soya, así como otro tipo y estilos de leche vegetal, se ha convertido en una alternativa muy popular para aquellos que prefieren sustituir su consumo de lácteos ¿la razón? ¡Es muy deliciosa y saludable!
En particular, la leche de soya es una de las bebidas vegetales más consumidas en el mundo. Suele ser una gran alternativa para las personas que sufren de intolerancia a la lactosa o para aquellas que mantienen una protocolo de alimentación vegano o vegetariano, puesto que esta bebida es una buena fuente de proteínas de origen vegetal.
Sobre las 'leches' o bebidas vegetales
Es importante aclarar que este tipo de alimentos, que comúnmente se etiquetan bajo el término de 'leche' en realidad no lo son; son una especie de zumo que sí, mantiene un aspecto bastante similar al de la leche. Sin embargo, es habitual que sigamos llamando 'leches vegetales' a este tipo de bebidas, ya que fungen un papel importante como alternativa sustituta de los lácteos, como aquél que elige entre leche entera, leche light o deslactosada.
Existen muchos tipos de leche vegetal, son preparadas a partir de cereales, como la leche de avena; de granos o de frutos secos, como la leche de almendras.
Escoger el tipo de leche que quieres preparar dependerá del uso que quieras darle, ya que es importante tener claras las diferencias y características de cada una. Algunas son más dulces y sirven como un simple sustituto para bebidas, otras son más espesas y pueden tener un buen resultado a la hora de preparar un platillo más complejo. Por ejemplo, la leche de coco y la de almendras espuman muy bien y dejan una textura muy agradable al paladar, por lo que son una gran opción para preparar lattes.
Siempre es una mejor alternativa preparar tu leche desde casa
Aunque es fácil y muy común encontrar opciones de este tipo de producto en el supermercado, es mil veces mejor prepararla en casa: puedes endulzarla a tu gusto y no contiene químicos ni conservadores adicionales. De hecho, existen en el mercado variedades de bebida vegetal que no son nada recomendables para el consumo diario y continuo, puesto que gran parte de ellas tienen gran cantidad de conservadores o el ingrediente principal suele estar altamente diluido; sin mencionar que se le añaden azúcares o almidón que, en exceso, pueden representar un riesgo para la salud.
La calidad nutricional de una bebida vegetal suele variar de el tipo de ingredientes con el que está elaborada. Aunque ninguna bebida vegetal es equiparable en un 100% a la las propiedades proteícas de la leche de vaca, pero la leche de soya es la que más se le acerca.
Hablemos sobre la leche de soya
La leche de soya es la más conocida y la más versátil, que ya hemos comentado que se asemeja mucho a los nutrientes de la leche de vaca. Al proceder de una legumbre muy completa como es el frijol de soja, destaca por su contenido en proteínas y sabor más neutro. La soya contiene lecitina natural que actúa como estabilizante, por lo que esta bebida se comporta muy bien a la hora de batir y emulsionar.
Este tipo de lecitina presente en la soya tiene grandes beneficios para nuestro sistema circulatorio, ya que ayuda a disolver depósitos de grasa en las arterias y promueve la buena memoria y concentración mejorando el flujo sanguíneo hacia el cerebro. No es gratuito que ahora se venda a montones como un gran suplemento alimenticio, que también es posible incorporar en recetas.
A continuación te explicaremos cómo preparar tu propia leche de soya en casa.
En un tazón mediano, colocamos los frijoles de soya con las 2 tazas de agua y los dejamos remojando por al menos 8 horas (si crees que tardarás más de 8 horas en hacer la leche, mete el tazón tapado al refrigerador).
Una vez que hayan pasado las 8 horas y los frijoles se vean hinchados, los pasamos por un colador, desechamos el agua de remojo y enjuagamos un poco los frijoles.
Colocamos los frijoles en la licuadora con agua. Vierte la misma proporción de agua por la cantidad de frijoles que tengamos. Licuamos a velocidad máxima por al menos 2 minutos.
Pasamos la soya licuada a una olla grande y añadimos 1 litro de agua y la rajita de canela. Calentamos a temperatura media-alta. sin dejar de revolver ocasionalmente hasta que comience a hervir. Una vez que hierva, revolvemos un poco más y retiramos del fuego inmediatamente.
Colocamos un pedazo grande de manta de cielo sobre un colador fino, y el colador sobre un tazón de buen tamaño. Vertimos lentamente la leche sobre la manta de cielo. Una vez que hayamos pasado todo el líquido, encerramos el bagazo (los restos de la soya) en la manta de cielo haciendo un tipo bolsita y apachurramos, exprimiendo la tela, hasta que no quede nada de líquido.
Añadimos el agua necesaria para que se hagan 2 litros de leche. Agregamos el endulzante y lo revolvemos muy bien para que se disuelva.
Con ayuda de un embudo, vaciamos la leche en una botella, frasco o recipiente con tapa y refrigeramos. ¡Ya está lista nuestra leche de soya casera! Recuerda que, como no tiene conservadores, debemos de consumirla en un periodo no mayor a tres o cuatro días.
