Llega el otoño y con él la oportunidad de disfrutar ingredientes insuperables de temporada: desde la calabaza de castilla hasta el delicioso pan de muerto. Nos encanta porque todos estos alimentos están muy ligados a las celebraciones más representativas de esta época del año y estamos a unas cuantas semanas de disfrutar una de nuestras favoritas: el Día de Muertos. Una de los elementos e ingredientes más representativos de la temporada es, sin duda, la flor de cempasúchil que solemos poner en los altares y ofrendas, pero ¿sabías que también es comestible?
Con la flor de cempasúchil se pueden preparar deliciosas recetas, como este atole de cempasúchil, ideal para aliviar las tardes frías que hemos estado sufriendo. ¡Toma nota!
Vamos a comenzar deshojando los pétalos de las flores. Hay que lavarlas y desinfectarlas bien y con mucho cuidado. Hay que tener paciencia ya que son bastante frágiles y pueden romperse.
Una vez que estén listos, vamos a tomar media taza de leche y licuamos los pétalos con ella hasta que obtengamos una mezcla uniforme. Reservamos.
Tomamos el resto de la leche y la vertimos en una olla junto con la leche evaporada y la rama de canela. Dejamos hervir y en cuanto empiece a romper el hervor bajamos la flama y vertimos la mezcla de flores con la leche.
Por otro lado, vamos a disolver la fécula de maíz en media taza de agua. Lo vertimos en el atole y dejamos que cocine sin dejar de mover por unos cinco minutos más. En cuanto tu mezcla se espese y tenga la consistencia cremosa del atole, sirve en tazas y acompaña con un rico pan de muerto. ¡A disfrutar!